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miércoles, 27 de junio de 2012

28 juny: anarquisme a Rússia avui


Dijous 28 a les 19:30h.
Ateneu Llibertari del Palomar
C/ Coloreu 82
Barcelona
Metro L1 Fabra i Puig (dimissió!)

Xerrada:
Un anarquista de Moscú parlarà sobre el moviment anarquista de Rússia, sobre els seus èxits i les seves derrotes.

Antti Rautiainen ha viscut a Moscú durant 13 anys, participant d’activitats anarquistes. És membre dels grups Acció Autònoma (una federació anarquista present a una dotzena de ciutats) i de la Creu Negra Anarquista de Moscú.

El març d’aquest any van cancel·lar el seu visat de residència al·legant que “va cridar a la destrucció violenta de l’ordre constitucional, o d’altra manera, va posar en perill la seguretat de la Federació Russa i els seus ciutadans”.

sábado, 16 de junio de 2012

Los españoles del Ejército Rojo

Enrique Líster rodeado de cuatro combatientes gallegos del Ejército Soviético;
 de izquierda a derecha, M. Fernández Soto, S. Aparicio, V. Fernández y D. Sánchez


El Día 23 de Febrero de 1918, la Guardia Roja, compuesta de campesinos, obreros y soldados, derrotó a fuerzas muy superiores compuestas por tropas contrarrevolucionarias de oficiales y burgueses. Ese día nació el Ejército Rojo: la herramienta de defensa de la Revolución de Octubre. Si bien al principio se nutrió de las milicias de obreros de las fábricas de Leningrado y Moscú, poco a poco se fueron agregando los soldados que volvían del frente desmovilizados, los campesinos que querían la tierra nacionalizada para que no volviera a los terratenientes, en suma, mujeres y hombres cuyo ejemplo los hizo inmortales para todas las generaciones que desean una sociedad en libertad, el Comunismo.

En este artículo, vamos a exponer el ejemplo de los españoles para quienes la Unión Soviética fue su casa de acogida cuando huían de la barbarie fascista.

El sentimiento de la mayoría de la población soviética por los españoles fue de manifiesta solidaridad y entrega por la lucha de la República. Durante los tres años de guerra contra los militares golpistas, se siguieron los avances y retrocesos de las fuerzas del Frente Popular en las diferentes ciudades soviéticas. Gracias a ese interés, se avivaron las asociaciones de amistad hispano-soviéticas y se divulgó extraordinariamente la historia progresista de España y su relación con los pueblos soviéticos. En las escuelas, se impartían clases sobre acontecimientos como la Constitución liberal de 1812, la lucha como la suya contra Napoleón, el triunfo de la sublevación liberal de Riego en 1820 (comentada por Marx) y su influencia en los círculos revolucionarios como serían más tarde los “Decembristas”, las aproximaciones que desde entonces realizaron a la cultura española escritores y artistas como Pushkin, las sublevaciones campesinas de 1848, las huelgas de 1909 y 1917, y así hasta la sublevación militar. Todo este bagaje cultural (historia, canciones, poesías, relatos populares) favoreció un interés especial por la suerte del pueblo español, un cariño sincero hacia los españoles que fueron evacuados a la URSS tras la derrota.

Alrededor de 3.000 niños y niñas fueron alojados en colonias situadas en Moscú, Leningrado, Odessa, Jarkov, Saratov, Eupatoria, Kaluga, Unískaia, y Kiev. Las colonias de los alrededores de Moscú se llamaban Pravda, Tarasovskaia, Pedagoskaia y Omniskoie. La enseñanza se hacía en castellano y gradualmente en ruso, para que no perdieran el contacto con su idioma a fin de volver a la península cuando hubiera un régimen libre. Los educadores eran sobre todo profesores españoles exiliados de los Cuerpos Milicianos de Cultura que se alternaban con educadores soviéticos.

El resto de exiliados (alrededor de 3.000) se integraron sin muchas complicaciones en la sociedad soviética, como su segundo hogar. Los comunistas que llegaron entraron a trabajar en las principales fábricas de Moscú, Leningrado, Jarkov, Kiev, etc. Fueron nombrados obreros de choque por la calidad y cantidad de su producción. Muchos de ellos obtuvieron el título de “stajanovistas” por sus logros en la emulación del trabajo. Para ellos era una vida muy plena y creadora. Las fábricas soviéticas eran verdaderas universidades de relaciones humanas y de conocimientos. Forjándose en el espíritu soviético del trabajo creativo, aprendieron oficios y participaron como camaradas en la construcción del socialismo.

Un caso particular fue el de los marinos y aviadores. Después de terminar la guerra en España, nueve buques republicanos se encontraban en puertos soviéticos. Eran buques principalmente mercantes, con 100 marinos aproximadamente, que fueron autorizados a volver a España si lo deseaban. Así ocurrió con unos cuantos, en el Otoño de 1939, vía Turquía. Pero la mayoría no volvió, se quedó en la marina soviética mercante y de guerra, y un pequeño número ingresó en la Infantería de Marina.

En cuanto a los pilotos, 200 jóvenes estaban en la escuela de Kirovabad, en la república socialista soviética de Azerbaiyán, cuando terminó la guerra de España. Muchos piden que sus conocimientos se apliquen en la lucha de los comunistas chinos de Mao Tse-Tung contra las fuerzas japonesas, y, de no ser posible, piden integrarse en la Fuerza Aérea Soviética. Pero todos son reintegrados a la vida civil. Por aquella fecha los conocimientos de todos los españoles eran más importantes en las instituciones y fábricas, para la construcción del socialismo.

Todo cambió aquel 21 de Junio de 1941. El imperialismo alemán quería aplastar a los soviets, con la connivencia de los “aliados capitalistas”, quienes quedaron impasibles ante la invasión nazi. Contaban con una fácil victoria hitleriana. Pero ese idealismo burgués –que no cuenta con los seres humanos porque solamente los concibe como un instrumento de los poderosos- infravaloró la capacidad del pueblo trabajador soviético. Desde el primer día, la unidad del ejército, de las milicias, de las mujeres, de los habitantes de los territorios ocupados se convirtió en un plan único de batalla. El Partido Comunista Bolchevique, desde el principio de la guerra, movilizó a toda la población a fin de que sufriera lo menos posible, trasladándola, junto con los enseres y fábricas, hacia la retaguardia. Con aquellos millones de desplazados iban los españoles, y, si bien al principio sus peticiones de ingresar en el Ejército Rojo fueron desoídas, poco a poco la mayoría sí logró su integración.

Especialmente importante fue el papel de los que ingresaron en los destacamentos guerrilleros. De acuerdo con un muy meditado plan de abrir a las fuerzas nazis nuevos frentes de combate en su retaguardia, en cada república soviética se constituyeron pequeñas, medianas y grandes agrupaciones que, junto a la población civil sometida, tenían la misión de contribuir a la mayor destrucción posible de material de guerra, de efectuar la exploración y envío al Consejo de Defensa Central de todas las informaciones sobre el enemigo, de llevar a cabo el exterminio de la mayor cantidad de fascistas posible y de procurar la elevación moral y toda la ayuda material posible a la población de los territorios ocupados por los nazis.

Tras esas líneas, se enviaron los míticos “paracaidistas rojos” que han quedado en la historia como un ejemplo increíble de abnegación, compromiso social y testimonio de que la guerra de una sociedad socialista contra el enemigo que quiere destruirla la realiza todo el pueblo. Para ello, la clase obrera envió su vanguardia, su herramienta de combate, su Partido Comunista, y, en particular, envío a sus mejores y más esforzados combatientes tras las líneas enemigas.

La mayoría de estos conscientes militantes y comunistas sabía que posiblemente no regresaría, pues tendrían que luchar contra fuerzas muy superiores en número y armamento, pero por su conciencia y compromiso con el proletariado se lanzaban a estas difíciles misiones. Entre ellos, se encontraban un número muy importante de exiliados españoles, con un conocimiento militar importante adquirido del 36 al 39, junto con una metódica preparación de dos a tres meses en escuelas especiales de adiestramiento guerrillero. La mayoría de ellos eran miembros del Partido Comunista de España. Más que las palabras, son los hechos los que avalan la importancia de su participación en el Ejército Rojo.

Modesta contribución hacia la victoria sobre el nazifascismo
Aún hoy no se sabe cuantos participaron, pero sí aproximadamente cuantos cayeron: 204, según Enrique Líster. Su participación fue contundente. Estuvieron en los frentes de Leningrado, Moscú, Frentes Internos de Bielorrusia y Ucrania, Frentes del Cáucaso y el Kubán, Frente Polaco, Frente Checo y Toma de Berlín. Encuadrados en las Divisiones de los Ejércitos de Operaciones del Ejército Rojo, Ejércitos de la Guardia y Ejércitos de Choque, además de las fuerzas de Designación Especial enviadas a territorios ocupados.

Setecientos veinte españoles fueron condecorados con diferentes órdenes militares a su valor: desde la Bandera Roja hasta órdenes por la liberación de ciudades. Tres con la Orden de Lenin: Fco. Gullón, Jose Mª. Pascual y Caritat Mercader. Uno con la de Héroe de la Unión Soviética a título póstumo: Rubén Ruiz Ibarruri.

Consignar su aportación requeriría varios libros. Pero sí daremos varios ejemplos:

* Había 15 españoles en uno de los destacamentos de paracaidistas más combativos, que operaba alrededor del Cuartel General de Hitler en el Frente (Zona de Vinistsia), y cerca de la Capital de los Territorios ocupados (Reichkomisariat): el destacamento de Guerrilleros Rojos del comandante Dimitri Mvediev. Sus acciones fueron de relevancia especial. En él, actuó el célebre guerrillero Nicolai Ivánovitch Kuznetsov, Héroe de la Unión Soviética, ejecutor de los criminales nazís de la “capital nazi de Ucrania” Rovno, liquidando a los principales jerarcas bajo las órdenes del gobernador. Diversos exploradores, asimismo, ejecutaron a los principales jerarcas nacionalistas ucranianos, además de extender entre los ocupantes una intranquilidad y un pánico que llevaron a los habitantes de los territorios soviéticos sometidos a un grado de lucha increíble. Además, aniquilaron a una de las unidades de la Gestapo más siniestra, los “destacamentos de la Muerte” del General Pipper, cuyos métodos eran incendiar las aldeas con sus habitantes dentro de las casas.

Los datos registrados de destrucción causada a las fuerzas nazis solamente por las Brigadas Paracaidistas de Designación Especial (OMSBON) parecen de ciencia-ficción, si no fuera porque están muy consignados por las propias Fuerzas Armadas Soviéticas: desde 1941 hasta la finalización de la guerra, causaron al enemigo 137.000 bajas entre soldados y oficiales; descarrilaron 1.145 convoyes militares y 5 trenes blindados; destruyeron 1.232 locomotoras, 13.180 vagones y plataformas rodadas, 2.177 camiones militares, tractores, motocicletas; volaron 148 kilómetros de vías férreas, 335 puentes, 145 tanques y blindados; derribaron 51 aviones de combate y bombarderos; estropearon o inutilizaron 426 kilómetros de cable telegráfico y telefónico. Además, contribuyeron de forma importantísima a la Batalla de Moscú.

* Por las aldeas del Kubán ocupado por los alemanes, las autoridades de la Wehrmacht hicieron distribuir, durante el invierno de 1943, unas hojitas escritas en lengua rusa: “Los habitantes que ayuden a los grupos españoles que andan por el Kubán serán castigados severamente”.

* Una de las jóvenes leningradenses que lucharon contra el asedio alemán se llamaba María Pardina Ramos, llamada por los soviéticos “Marusia”. En el frente actuó de enfermera en la Sección de Sanidad de la 3ª División de Voluntarios. En plena línea de fuego rescató a 15 heridos, antes de ser ella misma alcanzada. Recibió a título póstumo la Orden de la Bandera Roja. Y no fue la única. Otras muchachas y chicos destacaron en dicho asedio.

* Hoy, en la Avenida de los Caídos, en la ciudad de Stalingrado, un monumento se eleva a la memoria de las nuevas generaciones. Sobre el frío mármol se puede leer: “Rubén Ruiz Ibárruri. Héroe de la Unión Soviética”. Cubrió con el fuego de ametralladoras a su unidad cerca del caserío de Vlásovska, rechazando ataque tras ataque nazi, cubriendo todo el campo de cadáveres fascistas hasta que una bala segó para siempre la vida del Teniente de la Guardia, el cual falleció el 3.09.1942.

* “Era un español valiente y digno. Murió como había vivido, como había luchado: como un héroe. Nosotros no lo olvidaremos nunca”. Así se expresaba, con la voz velada por la emoción del momento, el jefe soviético de los morteros “Katiusha” después de enterrar los restos –los pocos restos hallados- del teniente de la guardia Santiago de Paúl Nelken. Murió en los accesos a Berlín.

* José Sandoval recuerda que, en una ocasión, un soviético le comentó que, en la Guerra de España, habían fallecido doscientos soviéticos y que en la Guerra contra los nazis fallecieron otros doscientos españoles por defender la URSS. Le dijo: “parece un intercambio de sangre por sangre”.

* La confianza del Consejo Estatal de Defensa Soviético en los combatientes españoles era de tal calibre que, en los terribles días del ataque alemán a Moscú, le fueron encargados a la 1ª Compañía del 1º Regimiento Motorizado de Tiradores (125 españoles, entre ellos 6 mujeres) puntos clave de la defensa del Kremlin. Allí, a la luz de las estrellas, en la Plaza Roja, se oyeron las estrofas de esta canción: “Si me quieres escribir y saber mi paradero, si me quieres escribir y saber mi paradero, en el frente de Moscú, primera línea de fuego”; los soviéticos que circulaban aquellos helados días decían: “estamos seguros, nos guardan nuestros ‘spantsi’ (españoles)”.

* En 1945, Emilio Vilaró Ustrell enarboló en el balcón de la embajada española franquista de Berlín las banderas de la hoz y martillo y la republicana, con la ayuda de los camaradas soviéticos que tomaron el búnker de Hitler.

Este artículo va dedicado a aquellos camaradas y luchadores imbuidos del sentimiento universal soviético de la Solidaridad y Amistad entre los Pueblos. Por el Internacionalismo Proletario y en la confianza de continuar su ejemplo en la lucha por el Socialismo.

De izquierda a derecha: J. Modesto, F. Cordón y E. Líster, ascendidos simultáneamente
 a generales del Ejército Soviético durante la II Guerra Mundial.
Líster llegaría a ser también general de los Ejércitos Populares de Polonia y Yugoslavia.

Fuentes consultadas:
-La guerrilla soviética. Dimitri Mvediev. Editorial Destino Barcelona 1971.
-Memorias de un luchador. Enrique Líster. Editorial González del Toro. Madrid 1977.
-Los españoles de Stalin. Daniel Arasa. Editorial Vorágine. Barcelona 1993.
-Relatos de un guerrillero comunista español. Josep Gros. Editorial ATE. Madrid 1977.
-Sobre el pasado en aras del futuro. Editorial Agencia de Prensa Nóvosti. Moscú 1985.
-Españoles en la resistencia. Alberto Fernández. Edita Zero S.A. Bilbao 1973.
-No hay niños extraños. Nadezhda Azhguíjina. Editorial Novostí. Moscú 1988.
-Rusia y España. Mijail Alekseiev. Seminario y Ediciones, SA. Madrid 1975

miércoles, 6 de junio de 2012

Lealtades enmarañadas. Vida y época de Iliá Ehrenburg de Joshua Rubenstein

Periodista, novelista y poeta, Iliá Ehrenburg (1891-1967) fue uno de los personajes más destacados de la cultura europea del siglo XX: revolucionario en la Rusia imperial de 1905, corresponsal de guerra en la Primera Guerra Mundial, bohemio en el París de entreguerras y periodista destacado por Izvestia en la Guerra Civil Española, Ehrenburg cubrió para el Ejército Rojo la Segunda Guerra Mundial, documentando escrupulosamente, junto a Vasili Grossman, el genocidio de los judíos europeos en El libro negro. Sin lugar a dudas, Ehrenburg es una de las figuras más geniales, a la par que controvertidas, que ha dado Rusia a la historia.

Escrita con vívido detalle, Lealtades enmarañadas recurre ampliamente a materiales, hasta el momento inéditos, extraídos de los archivos rusos, de correspondencia privada y de entrevistas con gran número de parientes y amigos para relatar la historia de Ehrenburg. Joshua Rubenstein descubre al hombre oculto tras las controversias, el escritor de talento cuya vida encarnó todos los dilemas trágicos de un intelectual, ruso y judío, bajo un sistema totalitario.

Joshua Rubenstein es director de la región noreste de Estados Unidos de Amnistía Internacional y miembro del Davis Center for Russian Studies de la Universidad de Harvard. Entre otras publicaciones, ha escrito para Nation, New Republic, Wall Street Journal y The New York Times. Entre sus obras destacan: «Stalin’s Secret Pogrom: The Postwar Inquisition of the Jewish Anti-Fascist Committee» (segunda edición, 2005), «The KGB File of Andrei Sakharov» (2005), «The Unknown Black Book: The Holocaust in the German-Occupied Soviet Territories» (2008) y «Leon Trotsky. A Revolutionary’s Life» (2011). http://www.joshuarubenstein.com/

Prólogo a la edición española
Introducción
Agradecimientos
I. DEL PALIO DE RESIDENCIA A PARÍS
II. UN BOLCHEVIQUE NO PRACTICANTE
III. REVOLUCIÓN Y GUERRA CIVIL
IV. NOVELISTA EN EL EXILIO
V. ESCRITOR EN DOS MUNDOS
VI. STALIN Y EL PRIMER PLAN QUINQUENAL
VII. UNA LENTA Y DESHONESTA DÉCADA
VIII. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
IX. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y EL HOLOCAUSTO
X. EL TELÓN DE ACERO
XI. ANTISEMITISMO Y LA CREACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL
XII. EL DESHIELO Y LA POLÍTICA DE LA CULTURA
XIII. ILIÁ EHRENBURG Y LA CUESTIÓN JUDÍA
XIV. ENFERMEDAD Y VEJEZ
XV. GENTES, AÑOS, VIDA
XVI. LA PRIMAVERA DE 1963 Y LA CAÍDA DE JRUSCHOV
XVII. EHRENBURG Y LA DISIDENCIA
XVIII. 1967
Epílogo
Cronología
Bibliografía
Índice onomástico

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martes, 5 de junio de 2012

Sobre las adversidades, el ejemplo de Francisco Gullón

Niños españoles en la URSS

Por Oleg K. en Amistad Hispano-Sovietica 4/6/12
Cuando el 22 de Junio de 1941 la URSS, fue invadida por las fuerzas del Eje, se encontraban en tierras soviéticas cerca de 4.000 españoles (3.000 niños evacuados de la Guerra Nacional Revolucionaria y aproximadamente cerca de 1.000 miembros del Partido Comunista de España junto con combatientes del Ejército Republicano).

Como a otros extranjeros residentes en la Unión Soviética, al principio a los jóvenes españoles no se les permitió el alistamiento en el Ejército Rojo. Pero el entusiasmo de los comunistas, la inquebrantable fortaleza anímica para luchar contra los fascistas, en las peores circunstancias (recordemos su incorporación en el Frente de Leningrado y Moscú) hizo reconsiderar la orden al Comisariado de Defensa. No solamente se encuadraron estos combatientes en esos frentes. En el Sur un poco más tarde en el Frente de Jarkov, y en Kirovobad en las fuerzas aéreas soviéticas.

En Moscú fueron agregados 125 mujeres y hombres a una compañía de las Brigadas más importantes para la Defensa. Formada por el Partido Comunista de entre chequistas, deportistas de élite e internacionalistas de diferentes nacionalidades se formó la OMSBON (Brigadas Motorizadas Independientes de Fusileros de Designación Especial). Que tantos españoles estuvieran en una de las fuerzas soviéticas de más confianza del Ejército Rojo, da una idea de la actitud de responsabilidad de aquellos combatientes. Las OMSBON durante toda la Gran Guerra Patria fueron enviadas a aquellos lugares donde se podía hacer más daño al enemigo, en la retaguardia vía paracaidista para crear nuevos frentes de lucha, en los frentes de combate dentro de las secciones especiales de información (Stalingrado, Kurks, Kubán, Cherkassi), en la contrainteligencia para prevenir la infiltración de agentes enemigos, etc.

Uno de aquellos milicianos era Francisco Gullón Mayor. Nació en Madrid. Cuando tenía 16 años siendo estudiante de bachillerato, se alistó en 1936 al Batallón de Milicias "Octubre" luchando en diferentes frentes como Madrid, la Batalla del Ebro y la retirada de Cataluña, logrando al final ser Responsable de la Sección de Información del 15º Cuerpo de Ejército. Terminada la contienda se exilió en la URSS. Estableciéndose en Jarkov (Ucrania), trabaja en talleres mecánicos, va instruyéndose en diferentes aspectos del soldado, ingresando en una de las fábricas de tractores. A la vez, no deja de estudiar, asistiendo al Instituto de Lenguas Extranjeras, donde practica el ruso.

Su intensa lucha
En 1941, Gullón se encontraba en la fábrica de tractores "JTZ" de Jarkov, junto a otros españoles (Domingo Ungría Navarro, Francisco Rioja, Joaquín Ferreira, Juan Otero, Rafael Estrela, Herrera, Mariano Chico, Manuel Belda, Jose María Flórez, Juan Royo, Jose Cañas, etc). Negándose a la evacuación cuando se acercaban los nazis solicitaron al coronel Ilyá Grigorievich Stárinov, que había luchado con ellos en los frentes españoles con el nombre de "Andrés", se les permitiera formar una unidad sola o conjunta dentro del ejército para aprovechar su experiencia de lucha. Stárinov en sus memorias comenta "Fuí a la fábrica. Me encontré con el teniente coronel Domingo (Ungría) que había sido jefe de una brigada especial del Ejército Republicano". Convenció al alto mando del Consejo militar del Frente Sudoeste y fueron agregados el 12 de Octubre a las tropas de ingenieros del Teniente General Nevski. Se crearon dos unidades de soviéticos y españoles siendo los responsables Manuel Belda y Francisco Gullón. Siendo alistados 22 obreros, aprendiendo rápidamente todo lo necesario para la colocación de minas y explosivos. Durante más de un mes fueron destruyendo todos los puentes o creándolos con árboles junto a la vanguardia soviética, situándose junto a ésta en el contraofensiva soviética que tomó Rostov el 29 de noviembre.

Al mando de "Andrés" o sea Stárinov, se integraron en la unidad de ingenieros en Rostov. Cuando otros españoles conocen la creación de esta unidad muchos de ellos solicitan su incorporación desde muchas ciudades Stalingrado, Cheliábinsk, Kírov, Gorki, Ufá, Alma-Ata, Samarkanda, Kokand,...

Stárinov propone al teniente general Malinovski (que también había estado en España con el nombre de coronel "Malino"), el 10 de enero del 42 abrir un frente de operaciones en los hielos del mar de Azov: Cruzar el golfo de Taganróg congelado desde la costa meridional hacia la septentrional, ocupada por alemanes, y colocar allí explosivos, y volver. Eran misiones muy arriesgadas, en una zona durísima de hielo y nieve, con vientos que volcaban a las personas y trineos, en una zona abierta de 40 a 50 kms. continuamente expuestos a intensos vendavales. Manilovski les expuso la dificultad que no era lo mismo que luchar entre olivares, la respuesta le dejó boquiabierto: "Lo peor no es el frío, sino es tener que esperar tanto el inicio de las operaciones".

Las OMSBON

En tres meses realizaron más de un centenar de incursiones, falleciendo en febrero Manuel Belda. Agotados marchando toda la noche y parte del día, enterrar los explosivos en la pétrea corteza donde hasta las puntas de los cuchillos se rompían, tratando de hacer el menor ruido posible, volviendo loco al mando nazi cuando sus comunicaciones quedaban interrumpidas, volando por los aires hombres, camiones y municiones. En dichas operaciones fue condecorado por siete acciones espectaculares con la Orden de la Bandera Roja, Rafael Estrela Llopis.

En Mayo es agregada su unidad al Frente de Kalinin, donde actúa Francisco del Castillo más tarde condecorado con la Orden de la Estrella Roja de combate, por una de sus acciones contra especialistas alemanes antiguerrilleros, volando en la retaguardia nazi trenes y camiones.

Responsable ante las adversidades
En Moscú (cerca de Buíkovo) se instala la Escuela Superior Operativa de Guerrilleros, incorporándose cerca de 300 españoles y españolas, cuyo primer responsable es el Teniente Coronel Domingo Ungría. Especial cometido tienen mujeres voluntarias comunistas como África de las Heras, Isabel Azuara, Conchita Casellas, Joana Prat y muchas otras cuyas andanzas jalonan los valles y montañas de la Unión Soviética. Especial, porque fueron reclutadas para infiltrarse en zonas urbanas y campesinas, la mayoría en paracaídas, a fin de obtener información de las instituciones nazis. La mayoría tienen una instrucción superior, elegidas por su físico, hermosas a fin de pasar desapercibidas lo más posible entre los invasores. Su extraordinaria epopeya, bastaría para cientos de ensayos.

Gullón tiene 21 años, y lucha con el grado de capitán, y es designado responsable de una de las compañías de la 5ª Brigada de Designación Especial (Unidad 125). Marcha al sector del Frente de Leningrado. Gullón al mando de la unidad independiente de infiltración con una cincuentena de soviéticos, realiza una metódica labor de liquidación de los pertrechos germanos. En la voladura de un tren, una piedra le lastima un pie. Siguen destruyendo sistemáticamente la línea ferrea Narva-Leningrado. Se incorporan a la unidad más españoles, realizando una labor impresionante de hostigamiento, ayudando a la población, ejecutando a delatores, dando información importantísima de aerodromos, concentraciones de tropas y blindados, corte de líneas telefónicas, incendian almiares, depósitos de municiones y combustible. "En cada acampada, antes de ponerse en marcha esparcían polvo de majorca (lo que llamaban tabaco rústico), método empleado para evitar ser localizados por los perros policía".

Desde Octubre del 42 hasta Marzo del 43, estuvieron luchando en la retaguardia alemana. Al final solamente cuatro combatientes volvieron, dos soviéticos y dos españoles. Francisco herido en el vientre, y con el pie herido, que se le había infectado.
Sobrevivió a la operación, pero ya no pudo continuar luchando.

Trabajó en la redacción española de Radio Moscú, junto a su hermano Luís. Falleció Francisco Gullón de una afección pulmonar el 3 de Noviembre de 1944.

La colonia española desfiló entera ante su cadáver. El Estado Soviético le había otorgado en el Kremlin la Orden de Lenin por su fidelidad a la Revolución Socialista. Tras su pérdida, fue propuesto para la concesión de la Orden de Héroe de la Unión Soviética por su aporte a la lucha contra el fascismo.

Fuentes consultadas:
- “Los niños españoles en la URSS. 1937-1997” Marie Jose Devillard . Barcelona, 2001.
- "Los españoles de Stalin" Daniel Arasa. Editorial Vorágine. Barcelona 1993.
- "Sobre el pasado en aras del futuro" Editorial Novosti. Moscú 1985.
- “Heroísmo español en Rusia” Roque Serna Martínez. Madrid, 1981.
- "Españoles en la Guerra" Estación Mir.
-  Notas tomadas de la Enciclopedia de Historia de la Unión Soviética (en ruso), RT noticias, Ispaniets, Ría Novosti

viernes, 1 de junio de 2012

Presentaci​ón del libro “Memorias. Vida de un español en Rusia"


Presentación del libro de Dionisio García “Memorias. Vida de un español en Rusia”.
7 de junio (jueves), 20:00h.
Salón de Actos del Instituto Cervantes.
En ruso. Entrada libre.

Dionisio García Zapico, nacido en Serrapio, Asturias en 1929, llegó a Rusia en 1937 junto con otros “niños de la guerra”. En su segunda patria Dionisio ha encontrado su vocación como escultor y pintor de iconos. Ha publicado un tratado filosófico La visión del mundo. Nueva monadología (Librokom, 2009) y el libro autobiográfico Memorias. Vida de un español en Rusia (Vertical, 2012). En sus memorias reconstruye su infancia española y la vida en Rusia y sus encuentros con personalidades destacadas como Andrei Tarkóvski, Alberto Sánchez, Vladimir Vysótski, Alexander Mien, Bella Ajmadúlina y Yevgeny Yevtushenko, entre otros.

En colaboración con la editorial VERTICAL, XXI VEK.

Instituto Cervantes Moscú
Novinski bulevar 20ª bl. 1-2
121069 Moscú
Federación de Rusia
cultmos1@cervantes.es

Презентация книги Дионисио Гарсия «Воспоминания. Жизнь испанца в России»
7 июня (четверг), 20:00

Актовый зал Института Сервантеса.
На русском языке. Вход свободный.

Дионисио Гарсия Сапико родился в Серрапио (Астуриас) в 1929 году и приехал в Россию в 1937 году вместе с  испанскими «детьми войны». На новой родине Дионисио нашел своё призвание как скульптор и иконописец. Также он опубликовал философский трактат «Мировоззрение. Новая монадология» («Либроком», 2009) и автобиографию «Воспоминания. Жизнь испанца в России» (Вертикаль, 2012). В мемуарах он рассказывает о детстве в Испании, о жизни в России и о встречах с выдающимися людьми своего времени: Андреем Тарковским, Альберто Санчесом, Владимиром Высоцким, Александром Менем, Беллой Ахмадуллиной, Евгением Евтушенко и многими другими.ñ

При участии издательства «Вертикаль. XXI век».