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viernes, 28 de diciembre de 2012

El exilio español en la Unión Soviética

Alicia Alted Vigil   
UCR Jueves, 27 de Diciembre de 2012 00:00
En los momentos del inicio de la Segunda Guerra Mundial se encontraban en la Unión Soviética 4.500 españoles repartidos en varios colectivos. En este artículo se analizan: los rasgos generales de esa presencia española en la URSS y como se ha abordado en la historiografía; las características de cada uno de esos colectivos, el más numeroso de los cuales era el de los cerca de 3.000 niños evacuados en 1937 y 1938; para terminar con unos breves apuntes sobre las aportaciones culturales y profesionales de estos españoles a la sociedad de acogida.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Rubén Ruiz Ibárruri: el español que murió defendiendo Stalingrado


Monumento dedicado a Rubén y a otros defensores de Stalingrado

Cultura Bolchevique 9 de diciembre de 2012
La historia de Rubén Ruiz Ibárruri es la historia de una generación entera de lucha contra el fascismo. El triunfo de la Revolución bolchevique hacía peligrar los privilegios de la burguesía en toda Europa. Ante el deseo de justicia social de los pueblos, surge la reacción fascista primero en Italia y después en Alemania. El movimiento fascista se expandía por toda Europa. Después de combatir al fascismo con las armas en España, sus convicciones democráticas y comunistas le llevan a dar su vida en la defensa de Stalingrado.

Rubén Ruiz Ibárruri nace en la localidad vizcaína de Muskiz el 9 de enero de 1920. Su padre, Julián Díaz, había sido uno de los fundadores de la Juventud Socialista y posteriormente el Partido Comunista en Vizcaya. Su madre, Dolores Ibárruri, sería Secretaria General del PCE y dirigente del movimiento comunista internacional.

Con 13 años, ya vive las primeras escaramuzas con la Guardia Civil por realizar tareas de propaganda comunista. Tras la Revolución de Asturias en 1934, 40.000 personas son encarceladas, entre ellas Dolores Ibárruri. Esto obliga a Rubén a exiliarse en la URSS con tan sólo 15 años de edad. Le acoge un matrimonio de la vieja guardia comunista: P.Lepeshinski y su mujer Olga Lepeshinskaya, ambos militantes del POSDR desde 1898. Allí trabajaría como aprendiz en una fábrica de automóviles ZIL de Moscú.

Cuando se entera del inicio de la guerra en España siente rabia y un deseo de unirse inmediatamente a las filas de los combatientes republicanos. Se presenta con un nombre falso en la embajada española en Moscú para ofrecerse a luchar en España contra el fascismo. En España combatiría en un grupo de exploradores a las órdenes de Juan Modesto, lejos de la retaguardia, en primera línea de combate.

Después de participar en la Batalla del Ebro contra fascistas españoles, italianos y alemanes; la unidad de Rubén cruzan los Pirineos en febrero de 1939. En Francia sería recluido en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer junto a 100.000 compatriotas derrotados por el fascismo (célebres personalidades fueron recluidas allí: el artista Josep Renau, el aviador José María Bravo o el anarquista Abel Paz). Rubén logró escapar para dirigirse a la embajada soviética en París. Ya en Abril de 1939 se encontraba en Moscú con su madre y con su hermana Amaya, con la alegría de reunirse con sus seres queridos pero con la tristeza de haber dejado su país en manos de la garra fascista.

Tras ser rechazado en la Escuela de Aviación de Stalingrado por razones médicas, ingresa en la Academia Militar Central de Moscú. De allí sale graduado como Teniente, al mando de un pelotón de ametralladoras de la 1ª División Proletaria de Moscú.

En verano de 1941 le llamaría nuevamente el deber: el fascismo amenazaba la patria que le había acogido. El primer combate lo libra en las inmediaciones de la ciudad bielorrusa de Borisov, donde su pelotón tenía la misión de defender un puente para que la 1ª División pudiera retirarse. El pelotón de ametralladoras mandado por Rubén repele los duros ataques alemanes durante más de 6 horas. Cuando los alemanes inician el golpe final con los tanques, Rubén y un grupo de artilleros se arman de valor y detienen el avance a golpe de granada. Gracias a esta acción, impiden que los alemanes rompieran la línea soviética, aunque Rubén es gravemente herido.

El Presidente de la URSS, Mijail Kalinin, condecoraba personalmente a Rubén Ruiz Ibárruri con la Orden de la Bandera Roja. Rubén, aún convaleciente y sin ninguna obligación militar, pide a Kalinin ser enviado al frente. Ese deseo no fue cumplido, puesto que los médicos lo prohibieron por razones obvias. A su madre, Dolores, le decía "Estoy muy orgulloso por luchar junto al Ejército Rojo contra los opresores. Estoy seguro que ellos se romperán los dientes aquí."

Con una mínima recuperación vuelve al frente a dirigir una compañía de ametralladoras en la 35ª División, gracias a la mediación del general Rodímtsev. Rodímtsev y Rubén se conocían de haber luchado en España y tenían una admiración mutua. Ahora luchaban ambos en Stalingrado.

El 23 de agosto de 1942, el ejército alemán atacaba la estación ferroviaria de Kolutban. El capitán del regimiento, Stolyarov, es abatido y Rubén se hace con el mando de todo el regimiento. Hasta 6 ataques repelen los hombres mandados por el español antes de iniciar el contraataque. El contraataque se realizó cuerpo a cuerpo, Rubén cayó herido por un disparo en el pecho justo en el momento en el que los tanques soviéticos llegaban a la zona de combate. Los nazis no habían conseguido su objetivo, pero Rubén se debatía entre la vida y la muerte
Fue trasladado a un hospital de campaña a la otra orilla del Volga, en donde lucharía contra la muerte hasta el 2 de septiembre de 1942. Mientras se debatía entre la vida y la muerte, animaba a vencer a los soldados que lo visitaban. Rubén se fue, sabiendo que el territorio soviético sería la tumba del fascismo. Su valentía, su arrojo y decisión sirvió de ejemplo a los soldados soviéticos.

Rubén se marchaba con sólo 22 años de vida. En esos 22 años, su vida fue ejemplo de dignidad y de valentía. Una vida intensa de alguien que con 10 años ya repartía propaganda comunista. No sólo tuvo el honor de tener como madre a la Pasionaria, una de las personas más relevantes del siglo XX, sino que tuvo el honor de luchar contra el maldito fascismo en España y en la URSS, porque Rubén lo consideraba un honor.

http://old.actualidad.rt.com/actualidad/rusia/victoria/historia/issue_8248.html
http://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?Hero_id=281
Dolores Ibarruri, Memorias De Pasionaria, 1939-1977: Me Faltaba España

sábado, 15 de diciembre de 2012

Desde AGE, Dolores: Ha fallecido nuestra Presidenta Adelina Kondratiev​a

 
 
Ha fallecido Adelina Kondratieva. Brigadista Internacional
 
 
Presidenta de la sección española del Comité Soviético de Veteranos de Guerra.
Teniente de Aviación de la República Española. Soldado de dos guerras
Presidenta de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE)

 
A las 5,30 de la madrugada del día 14 de diciembre ha fallecido en Moscú, a los 95 años de edad, Adelina Kondratieva, Presidenta de AGE. La gran luchadora por la libertad, brigadista internacional, gran impulsora del movimiento memorialista en España desde que nos conocimos a principios de los años 90.

 
Nacida en Buenos Aires en el año 1917, de padres rusos emigrados. Su padre Benjamín Abramson había escapado de la represión zarista en 1910 con una condena a muerte emigrando a Argentina. Allí residió la familia hasta 1932 en que se trasladan a Rusia para participar, con gran ilusión, en la construcción del Estado socialista. Se acoplaron con dificultades. Se incorporó con 14 años a la escuela. Cuando solicitó su ingreso en la Unión de Juventudes Comunistas, se le denegó su ingreso por considerarla "hija de un trotskista con el agravante de haber nacido en Buenos Aires". Le costó dos solicitudes más, a la tercera la admitieron.

 
Adelina, con su padre Benjamín, y con identidades falsas, salieron en enero del 1937 con rumbo a España, donde ya se encontraba su hermana Paulina, para participar en la lucha contra el fascismo. Después de atravesar clandestinamente la Europa fascista y Francia, consiguen llegar a Barcelona y Valencia. Adelina, tiene entonces 19 años y por sus conocimientos de español, se le destina como intérprete y traductora en la Aviación, en el Estado Mayor de la Fuerza Aérea de la República, con sede en Albacete, ciudad que también acogía a las Brigadas Internacionales, donde permaneció destacada en la finca de Los Llanos, sede de la aviación. En la Aviación Republicana Española obtiene la graduación de teniente. Trabajó, entre otros, con el asesor Smushkevich, conocido en España como el general Douglas. Adelina recuerda que le fue de gran ayuda la atención paternal y las enseñanzas de Núñez Maza.

 
Su hermana Paulina trabajaba con el asesor soviético Xanti Mansurov con quien se casó después. Xanti tuvo diferentes misiones en España. Fue consejero de las unidades militares en la defensa de Madrid, asesor del Cuerpo de Madrid-Cataluña y también de la 35 división, organizador en el XIV Cuerpo de Guerrilleros, y colaborador en la preparación de oficiales.

 
La guerra dificultaba el contacto con su familia, pero en febrero de 1937 una agradable sorpresa, supuso la visita, en vísperas del cumpleaños de Adelina, de Paulina y Xanti. A su padre no lo volvería a ver hasta finales de 1937.

 
Uno de los trabajos de Adelina y sus compañeros era pasar toda la noche atentos a la información de la centralita que daba los partes de los aeródromos. La mayor parte de la vida en Albacete, la desarrollaba Los Llanos por donde pasaban aviadores rusos y españoles. Su memoria no ha olvidado sus nombres, y cuando ha vuelto a reunirse en Madrid, en tiempos posteriores, con los pilotos de la Asociación de Aviadores de la República, Adelina ha sentido el calor y el afecto que imperaba entre todos ellos en aquellas fechas. Cuando disponía de tiempo iba a la ciudad en la moto de un mecánico ruso, Gregori Sokolov. Disfrutaba recorriendo las calles, la plaza del Ayuntamiento y aprovechaba para comprarse ropa de abrigo: “Una señora me hizo un par de jerséis que eran la envidia de mis camaradas y de gran utilidad en este clima tan frió”.

 
Uno de los episodios más fijos en la memoria de Adelina es el bombardeo de la capital el 20 de febrero de 1937: “Ese bombardeo fue algo macabro. Durante casi toda la noche el cielo de Albacete permaneció resplandeciente por las explosiones de las bombas y el ruido era estremecedor. Las acciones se repetían tras un breve intervalo de tiempo y uno tenía la impresión que aquella era una noche interminable. Al día siguiente fuimos a la ciudad y los estragos del bombardeo dejaron heridas las calles y plazas, especialmente las pérdidas fueron más intensas entre el Altozano y la estación de ferrocarril”, contaba en una de sus entrevistas.

 
En 1938 regresó a Moscú donde ingresó en la Universidad Obrera para adultos. Se doctoró en Ciencias Históricas, especializándose en movimiento sindical latinoamericano. En 1941, estudia italiano en la Facultad Militar de Idiomas Extranjeros, para servir durante la invasión nazi como intérprete de los prisioneros italianos en el frente ruso. Chocó con sus superiores por el mal trato que se les daba.

 
Fue Teniente Superior del Ejército Soviético entre 1941-1949, y participó activamente en toda la campaña militar durante la ocupación alemana de la URSS.

 
Al final de la guerra se reincorpora al Instituto Militar de Idiomas. Se casó con el también militar Alexander Kondratiev y tuvo una hija, Elena.

 
En 1951 es detenido su padre, con 63 años, acusado de trotskista. Adelina, hubo de acompañarle en su detención por orden del mayor.

 
De su padre no consiguieron ninguna confesión. Todas las acusaciones fueron refutadas. Consiguió lo que se llamaba una condena ¡Leve!: cinco años de gulag con destierro subsiguiente, sin poder vivir en ninguna ciudad importante. Fue liberado tras la muerte de Stalin.

 
Tras muchas vicisitudes, por "ser hija de detenido y además extranjera", continuó su vida como jefa de la cátedra de español en el Instituto de Pedagogía.

 
En los años 90 comenzó a realizar viajes periódicos a España. Conocimos a las dos hermanas en Madrid y las animamos a publicar en la editorial Compañía Literaria que dirigía Juan Barceló su libro de memorias “Mosaico Roto”. Desde aquella época contactó con numerosos círculos de exiliados, expresos, guerrilleros antifranquistas, antiguos militares de la República, etc. y fue la inspiradora y principal impulsora del Homenaje a las Brigadas Internacionales del año 96.

 
Posteriormente, en marzo de 1997, impulsó la creación de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) y la digitalización de archivos y documentación dispersa por todo el mundo y especialmente por Rusia relativa a la Guerra Civil. Viajamos juntas por numerosos países, Gran Bretaña, Italia, Canadá, USA, México, Suiza, Luxemburgo, y sobre todo por la inmensa Rusia, solicitando a los exiliados y a los brigadistas que colaboraran en la labor de recuperación de la memoria histórica de España. Residió largas temporadas en España incluso en condiciones económicas muy difíciles, para formar equipos de trabajo, conseguir apoyos y reunir materiales y personas dispuestas a dar un fuerte impulso a la recuperación de la memoria histórica.

 
Hasta su fallecimiento fue Presidenta de AGE y Presidenta de la Sección Española de los militares participantes en la Guerra Civil Española del Comité de Veteranos de Rusia. Se encontraba en constante relación con los que fueron  niños de la guerra  del Centro Español de Moscú, con los círculos de hispanistas rusos, especialmente con nuestra amiga Natalia Malinovskaya y con los supervivientes brigadistas de todo el mundo y participó e impulsó las diferentes actividades de memoria histórica tanto en Rusia como en España u otros países relacionados con la historia de la Guerra Civil y la dictadura franquista, incluyendo su participación en jornadas de apoyo a los antiguos guerrilleros, homenajes a los brigadistas, a los antiguos militares republicanos, los niños de la guerra, y Caravanas de la Memoria de AGE, y especialmente en los trabajos para la digitalización de los numerosos archivos rusos que contienen materiales importantes sobre la guerra y el exilio español en la URSS, la última cita con los archivos la tuvimos ambas en octubre de este año, con la dirección del RGASPI en Moscú, negociando de nuevo la digitalización del fondo 45, fondo de Brigadas Internacionales, objetivo que perseguíamos en AGE desde 1997 acudiendo ambas a las reuniones anuales del Incomka como miembros observadores, y que sistemáticamente nos «complicó»  el Ministerio de Cultura de España, tanto si gobernaba el PP como el PSOE, aunque ello no impidió que volviéramos a intentarlo año tras año, firmando convenios de AGE con el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa, con el Consejo Internacional de Archivos, y consiguiendo por fin apoyos del Archivo Nacional de Cataluña, en fin, tantas actividades, tanta energía, tanta sabiduría e inteligencia sólo podían tenerla los brigadistas internacionales y los guerrilleros antifranquistas.

 
La última vez que estuve con ella en Moscú, fue con motivo del 75 aniversario de la evacuación de los niños de la guerra. En el Centro Español de Moscú asistimos a los actos y en el gran salón tuvo una de sus últimas intervenciones públicas, en apoyo solidario a la lucha por el mantenimiento del Centro, en peligro de desahucio por la falta de apoyo del gobierno de España. Tuvimos en esos días también un entrañable encuentro en el Comité de Veteranos con nuestras gentes queridas.

 
Juntas mantuvimos una larga batalla para conseguir que España le concediera la pensión que por ley le correspondía como teniente de aviación de la República, pero tropezamos sistemáticamente con murallas infranqueables y diques de contención que amparan las absurdas y temibles  burocracias y la mala intención de altos estamentos políticos. No  lo conseguimos y Adelina, en este último viaje a Moscú, me volvió a repetir su deseo de vivir el resto de sus días en España. Yo siempre le decía que España, en estos tiempos, es una madrastra para sus hijos más nobles pero que seguiríamos intentándolo.

 
Ahora Adelina ya no está pero ahí queda registrado todo su combate por la libertad, por la justicia y por los derechos humanos.

 
En una de sus últimas cartas a los compañeros y socios de AGE que me dictó decía:

 
... Desde aquí, soñando con verles lo más pronto posible me despido con sentimientos tristes pero con ánimos para el futuro que junto a vosotros continuaremos forjando en esta batalla de las personas honradas. Pienso que en la situación actual el gran fracaso es de la derecha que no admitió la derrota sobre el  fascismo y el gran fracaso es también de la izquierda que no mostró la historia real a las siguientes generaciones. De ahí la crisis de valores y la vuelta de los fascismos en sus peores manifestaciones ante el asombro de la juventud, que desconoce el horror que traen las dictaduras...

 
La más auténtica resistencia a la tiranía y a los fascismos hemos tenido el honor y la gloria de tenerlos en AGE encarnados en una mujer excepcional, cuya profunda honradez y entereza moral ha ido iluminando los caminos con la luz y las ideas de su sabiduría, inteligencia, y generosidad.

 
¡Hasta siempre Adelina!
Dolores Cabra
Secretaria General de AGE
 
Adelina en Albacete

domingo, 2 de diciembre de 2012

Él se llama Ángel Gutierrez

 
‎Мы - русские - Tatyana - 18‎ de ‎abril‎ de ‎2012
En octubre de 1937 un carguero rescató a Ángel Gutiérrez de las garras de la Guerra Civil española. Ese día en el puerto de Gijón ya hacía fresco, pero aquel niño que había nacido en el pueblo asturiano de Pintueles no podía ni imaginar que su destino sería Leningrado, una ciudad mucho más fría, que después sería bombardeada. Tampoco que la Unión Soviética se convertiría en su país durante 37 años, que acabaría siendo uno de los grandes maestros de teatro en Moscú y que en 1974 regresaría a España para fundar el Teatro de Cámara Chéjov en 1980, una de las escuelas en la que más actores se han formado en los últimos 30 años, Carmelo Gómez e Imanol Arias, entre ellos.

Ángel Gutiérrez, catedrático emérito de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), recibió el pasado jueves un homenaje de su tierra, Asturias, por toda su trayectoria. Después habló con este periódico en su hogar teatral, ese Teatro de Cámara incansable que ahora tiene en cartel Noches blancas, de su adorado Dostoievski.

"Los autores rusos, como decía Machado, son los únicos que buscan lo espiritual de la vida y lo infinito del hombre", cuenta, mientras le chisporrotean sus pequeños ojos verdes. Gutiérrez se emociona con Chéjov, Tolstoi y Turgueniev. Por supuesto, no olvida a Konstantin Stanislavski, el famoso autor del Método.

Gutiérrez se trajo la técnica del gran profesor ruso a España en los setenta. Pero no aquella que aboga por asumir la memoria emocional del personaje. "Stanislavski renegó de eso porque creía que era un error. El método es la técnica del dominio de uno mismo, del cuerpo, porque el actor es lo único que tiene", explica, a la vez que incide en que las dos herramientas básicas para todo intérprete son el talento y la dedicación: "El teatro es una religión. Hay que trabajar ocho horas diarias, porque si no, por mucho talento que tengas, este no aflorará".

Cuando Gutiérrez regresó a España se encontró con un solar en el mundo de la formación del actor. Con cierta amargura cree que hoy todavía falta una verdadera escuela teatral. "España nunca se preocupó por tener maestros de teatro. El problema es que en este país no se ama la palabra, no se ama el idioma, su verso", sostiene el profesor de Marta Belaustegui y María Muñoz.

También le apena la actitud de los dramaturgos españoles contemporáneos. Según él, "escriben para ganar dinero en series absurdas y grotescas. Están sembrando el mal gusto". De ahí que le preocupe que muchos de sus alumnos vayan a parar a las series televisivas. "Aunque lo entiendo. Tienen que comer. En Moscú existen hasta mil teatros institucionales. Aquí la situación es vergonzosa. Ni siquiera cambió con la democracia", critica.

Su pequeña sala, situada en el barrio madrileño de Lavapiés, está también pasando por serios apuros económicos. El Ayuntamiento ya le ha dicho que quizás se quede sin los 20.000 euros anuales de subvención. "Es una tragedia. Y esta es la verdadera censura. No tener dinero para montar un Pirandello", afirma Gutiérrez.

martes, 27 de noviembre de 2012

Los ecos de la batalla

Por primera vez en versión española
 
Los ecos de la batalla. T. C. Worsley. Edición de Manuel González de la Aleja
 
El 3 de Febrero de 1937, un joven británico llamado T.C. Worsley recibía una llamada telefónica de su amigo el poeta Stephen Spender. Empezaba así la fascinante aventura que nos relata esta obra, "Los ecos de la batalla". Acompañando a su amigo, Spender vivió una especie de thriller policiaco, tratando de encontrar el paradero del buque soviético Komsomol, misteriosamente desaparecido, junto con toda su tripulación, en algún lugar de las costas españolas.

La Librería de Cazarabet

domingo, 25 de noviembre de 2012

"Niños de la guerra" viven hoy en una situación de indigencia

 
La exposición permanecerá en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca hasta el 30 de noviembre antes de viajar a San Petersburgo.
 
terra.es 23/11/12
Algunos de los aproximadamente 3.000 "niños de la guerra" evacuados desde España a Rusia entre 1937 y 1938 para evitar las consecuencias de la Guerra Civil son ancianos que en la actualidad se hallan en una "situación de indigencia", ha denunciado hoy en Salamanca la profesora Verónica Cuesta.
 
Evacuados en buques desde la zona republicana con la ayuda del Socorro Rojo Internacional, muchos de ellos fueron repatriados a mediados de los años cincuenta del siglo XX por la España franquista con gran aparato de propaganda, a pesar de que muchas de las cartas que escribieron a sus familiares no llegaron a su destino.
 
Estas misivas, conservadas en el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), forman parte junto a fotografías y otros enseres, de la exposición "Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los niños de la guerra", abierta hoy en Salamanca y promovida por la Universidad de Alcalá y el Ministerio de la Presidencia.
 
La mayoría de los "niños de la guerra" que aún viven -en torno a un centenar de los 2.895 que salieron de España- "viven en malas situaciones debido a que no les han pagado una pensión ni les han reconocido su situación", ha denunciado hoy ante los periodistas Verónica Sierra, profesora de la Universidad de Alcalá, coordinadora de la exposición y directora de unas jornadas complementarias.
 
La Ley de la Memoria Histórica "ha ayudado a reconocerlos moralmente", aunque los propios afectados no han presentado solicitudes de una pensión indemnizatoria porque su situación "no entra en lo que se denominó represaliados de la Guerra Civil".
 
"Los que viven en España se encuentran en residencias de ancianos o viviendo en pisos, aunque les falta dinero para pagar sus atenciones", ha añadido esta profesora.
 
Con esta exposición y este ciclo de conferencias se pretende "reconstruir la vida de los niños que tuvieron que abandonar España por culpa de la Guerra".
 
Según se detalla en la información de las jornadas, "no se trata de recuperar su historia a partir de los documentos oficiales o las crónicas periodísticas de la época, sino de reescribirla dando prioridad a sus propias palabras, a sus testimonios orales y escritos".
 
Con ello, se busca "dar a conocer este fenómeno histórico tanto en España como en Rusia y, al mismo tiempo, rendir un sincero homenaje a sus protagonistas".
 
La directora científica de este proyecto, Verónica Sierra, ha reconocido que los "niños de la guerra" han tenido que sufrir "no sólo el exilio de un país cuando eran niños", sino que también "fueron represaliados durante el franquismo, sufrieron el desarraigo familiar" y ahora en viven "en la indigencia".

'Los Niños de la Guerra' protagonizaron un ciclo de conferencias en la Universidad de Salamanca

Foto EUROPA PRESS
 
Salamanca, (EUROPA PRESS) -
'Los Niños de la Guerra' protagonizaron un ciclo de conferencias el pasado 23 de noviembre en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca (USAL), en la que participaron expertos en ese episodio de la historia de España.
 
Incluso, tal y como ha avanzado la catedrática de Historia de la Universidad de Salamanca Josefina Cuesta, la organización estaba a la espera de saber si va a poder contar con tres "niños de la Guerra" que tienen previsto acudir pero que dependen de su salud el día de la celebración, ya que tienen una avanzada edad.
 
Entre los ponentes se encuentran los expertos y académicos de Educación Superior Magdalena Garrido, Juan Avilés, Josefina Cuesta, Verónica Sierra, Pilar Domínguez, Susana Castillo y Marie Jose Devillard.
 
Las conferencias se desarrollaron de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas, y además está previsto al finalizar las mesas redondas la proyección del documental 'Los niños de Rusia' del director Jaime Camino.
 
Este ciclo de actividades se desarrollará en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca coincidiendo con la muestra en las mismas dependencias de la exposición 'Entre Rusia y España. Recuperando la Historia de los Niños de la Guerra', organizada por la Universidad de Alcalá y patrocinada por el Ministerio de la Presidencia.
 
Con estas dos propuestas se pretende poner de relieve las dificultades que se encontraron los cerca de 4.000 niños que salieron de España durante la Guerra Civil Española con destino a Rusia para evitar las consecuencias del conflicto

El Centro de la Memoria custodia el principal fondo documental de los 'Niños de Rusia'

Imagen de la exposición en Salamanca. / F. G.
 
El régimen franquista depositó en Salamanca más de 300 cartas interceptadas desde la URSS
 
elnortedecastilla.es- 16.11.12 - Francisco Gómez - Salamanca
«Nosotros hijos de obreros que estamos en la URSS, estamos muy bien, comemos muy bien, nos dan mucha fruta y tenemos escuelas para aprender para cuando vayamos a España construirla como la URSS y viviremos felices». Es el texto de una carta escrita en diciembre de 1938 desde la Estación Probda de Rusia, una colonia de niños españoles evacuados durante la Guerra Civil. Su contenido, fue considerado inadmisible por el aparato franquista, que entonces ya controlaba prácticamente todas las comunicaciones, y por eso nunca llegó a su destino.
 
Esta carta, como otras muchas enviadas por aquellos niños desde la antigua Unión Soviética fueron incautadas, censuradas y enviadas al Archivo General de Salamanca, donde frenaron en seco su camino y poco a poco pasaron a convertirse en material histórico.
 
Muchas de esas cartas son un elemento esencial para conocer uno de los episodios más dramáticos de la Guerra Civil con los niños como únicos protagonistas: aquella evacuación a Rusia de los años 1937 y 1938 que dio inicio a un largo drama personal en la mayoría de los casos.
 
Gran parte de las cartas que llegaron a España permanecen ahora bajo custodia en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, desde donde han sido tomadas para la exposición 'Entre España y Rusia, recuperando la historia de los niños de la guerra', que puede verse hasta el próximo día 30 de noviembre en la Facultad de Geografía e Historia.
 
La catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca, Josefina Cuesta, destacó que más de 3.000 niños españoles fueron evacuados a Rusia y su historia «se debe conocer de primera mano a través de esas cartas y luego de los diarios y libros que se han escrito con sus testimonios».
 
En las cartas que se conservan en Salamanca, según la historiadora, se constata «la obnubilación inicial de los niños con Rusia tras su desembarco en Yalta y Leningrado». Sin embargo, era el principio de una aventura siempre marcada por las dificultades y la fatalidad en muchos casos.
 
«Los niños se vieron sorprendidos en Rusia por la II Guerra Mundial, después algunos serían víctimas incluso de las purgas de Stalin y cuando a mediados de los 50 pudieron volver a España, la mayoría optó por el regreso a la URSS ya que al fin y al cabo eran rojos en la sociedad franquista», explicó la profesora.

domingo, 18 de noviembre de 2012

La primera diáspora de la Guerra Civil

 
El primer exilio derivado de la Guerra Civil no fue el que protagonizaron los políticos e intelectuales republicanos, cuyas incidencias, disidencias, añoranzas y demás pormenores han quedado recogidos en una nutrida bibliografía. Fueron los niños, algunos de muy corta edad, los que formaron parte de esa primera diáspora, al considerar sus familias que el clima de violencia y terror en que se sumió el país en aquellos años no era el más adecuado para el desarrollo de sus hijos.
 
Fue así como el Gobierno de la República organizó las evacuaciones de menores al extranjero, que tuvieron en la Unión Soviética su destino preferente a partir de marzo de 1937 y hasta bien entrado el mes de octubre de 1938. Sobre esta materia fieramente humana y mucho menos explorada que la de intelectuales y políticos en el exilio, se ha inaugurado en Salamanca la exposición Entre España y Rusia: recuperando la historia de los Niños de la Guerra.
 
Tuvo una especial importancia, en el contexto de atención y protección a la infancia durante la Guerra de España, la ayuda prestada por una serie de organismos de carácter humanitario, consistente en la creación de colonias y hogares escolares, destinados en su mayoría a los hijos de los combatientes, a los huérfanos de guerra y a todos aquellos niños que se encontrasen en situaciones de riesgo. En los primeros paneles de la muestra se ofrecen episodios relativos a la incidencia de la guerra en los niños, así como a las particularidades de la organización de las evacuaciones. En este sentido, el tercer y cuarto paneles nos dan cuenta de la historia de los 2.985 niños que entre 1937 y 1938 tuvieron como destino la Unión Soviética (Una patria, tres mil destinos), con información tanto de los viajes -con el consiguiente dramatismo de las despedidas en los puertos del norte-, como del modo con que fueron recibidos e instalados al llegar a los centros de acogida.
 
El tiempo del regreso
Algo que marcará singularmente a esa generación de pequeños exiliados, que cuando salieron de España pensaban que el retorno sería viable en poco tiempo y no al cabo de casi un par de decenios, fue la presencia de la guerra en sus vidas. Si la de su país trazó su destino en la niñez con carácter decisivo, también se encontrarían luego con un nuevo y gran conflicto armado durante su adolescencia y juventud al participar la Unión Soviética tan activamente en la II Guerra Mundial, en la que no pocos llegaron a luchar y algunos incluso a morir.
 
La última parte de la exposición está dedicada al tiempo del regreso y a la evocación de las memorias, algo que por su carácter vivencial reviste una atracción muy significativa. Hasta mediados los cincuenta no empezaron a volver a su país los primeros Niños de la Guerra, con nuevas y menos numerosas expediciones de retorno en las décadas siguientes. La mayoría de los que se fueron, sin embargo, no volvió nunca a España o, si lo hizo, regresó al cabo a su país adoptivo ante los innumerables contratiempos que encontró bajo el régimen franquista.
 
Como se expone en el catálogo de la muestra de Salamanca, que se prolongará hasta el 30 de noviembre en la Facultad de Geografía e Historia, los Niños de la Guerra no solo compartieron en su infancia y adolescencia unos acontecimientos que marcaron toda su vida, sino que, además, en el transcurso de ese tiempo fueron tejiendo importantes redes de solidaridad e inquebrantables redes sociales y familiares que les mantuvieron unidos para siempre. Han construido así su identidad colectiva, a lo largo del tiempo y contra el tiempo, y en esa construcción han jugado un papel esencial las asociaciones que han creado, los lugares de reunión, las conmemoraciones y celebraciones, los monumentos erigidos en su honor y la lucha incansable por el reconocimiento de sus derechos y la salvaguardia de su memoria.
 
La exposición, a la que se suma un ciclo de conferencias impartidas por reconocidos especialistas en un capítulo de tanto interés humano como el de los Niños de la Guerra, no pretende limitarse a reconstruir y dar a conocer la vida y memoria de quienes formaron parte de aquel primer exilio a través de la documentación disponible -dando prioridad a la elaborada por sus propios protagonistas-, sino que es también un homenaje a todos ellos, 75 años después de que dieran, en los muelles del norte, el que para muchos fue a la postre último abrazo a sus padres.

sábado, 10 de noviembre de 2012

El fondo del Sovietismo del CRAI Biblioteca Pavellón de la República


Traducción Estación Soviética
De Biblioteca 2/11/12

Periódicamente queremos publicar en nuestro blog una noticia para informarse sobre colecciones que tenemos en el fondo del CRAI Biblioteca Pavelló de la República que son poco conocidas tanto por lo que respecta a nuestros usuarios habituales como por el público en general.
En esta ocasión presentamos una selección de libros de la colección del Sovietismo. Denominan así a las publicaciones, sobre todo monografías y folletos, que tratan sobre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y sus países satélite.

Tenemos también una importante muestra de sellos provenientes del fondo de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, diversa documentación de archivo y algunos carteles.

Los sellos se encuentran integrados en la colección de sellos consultable en línea en la Memòria Digital de Catalunya.

martes, 6 de noviembre de 2012

Exposición de Carteles Soviéticos en Málaga

Málaga la Roja
Inauguración: 19:00 horas 7 de noviembre de 2012 sede de la asociación Cultural "Leopoldo del Prado", calle Argentea Nº 6 de Málaga.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Salvemos el Centro Español de Moscú

Adelina Kondratieva, Francisco Mansilla, Presidente del Centro Español,
Luis García y Dolores Cabra
 
 
AGE 3/11/12
Carta dirigida a todas las Empresas españolas con delegaciones o afincadas en Rusia:
Como ya conocen, por las noticias sobre economía y finanzas que se producen en España, los recortes en los presupuestos para ayudas y subvenciones de carácter social y filantrópico han disminuido

considerablemente. Estas medidas han afectado profundamente en la economía del Centro Español en Moscú, institución sin ánimo de lucro que contaba con una ayuda del estado español que garantizaba el pago del alquiler de la sede. Es por ello que la situación actual ha repercutido de forma alarmante en el mantenimiento del Centro, ese trocito de alma en el corazón de Moscú que tan dignamente representan nuestros niños de la guerra llegados a Rusia en aquellas evacuaciones de 1937.

Estos compatriotas, ahora ya casi nonagenarios, se ven obligados a solicitar el apoyo moral y la donación económica que usted pueda aportar.

Siempre puede acercarse a este hospitalario lugar en el que se sentirá enormemente reconfortado. Le estamos invitando a que se adentre en los interiores de un lugar que pronto ya no existirá porque toda una generación que hizo posible este mundo de libertades, está a punto de desaparecer.

Su presencia y su contribución solidaria harán que esa trayectoria del río de la vida, cuando se atraviesa de una orilla a la otra, se realice con dignidad.

El Centro Español se encuentra, como usted ya sabe, en un espacioso local en el 18/7 de Kuznetski Most frente a la céntrica estación de metro del mismo nombre Kuznetski Most. Sólo tiene que querer visitar el Centro, conocer a nuestros primeros embajadores, niños de la guerra de aquel entonces, y colaborar solidariamente para que pueda seguir siendo ese lugar de referencia en el corazón de Moscú. Quizás ésta no es la mejor manera de atraer su atención hacia esta noble causa pero es la única que conocemos desde la solidaridad.

Le saluda muy atentamente
Dolores Cabra
Coordinadora de “Salvemos el Centro Español de Moscú”
Dolores.cabra.age@gmail.com

Centro Español de Moscú
Enrique Veintimilla -Secretario-
Tf. (8) 495 628 86 32 y (8) 495 621 7394
 
Carta dirigida a totes les Empreses participants al Fòrum Catalunya – Rússia:

Com Vostès ja coneixen per les notícies sobre economia i finances que es produeixen a Espanya, les retallades dels pressupostos per a les ajudes i subvencions de caràcter social i filantròpic s’han reduït considerablement. Aquestes mesures han afectat profundament a l’economia del Centro Español de Moscú, una entitat sense ànim de lucre que rebia de l’Estat Espanyol una ajuda que li garantia el pagament del lloguer de la seva se social. La situació actual ha afectat de manera alarmant el sosteniment d’aquest Centre, aquest trosset d’ànima al cor de Moscú que tan dignament representa els espanyols fills dels nostres nens de la guerra arribats a Rússia durant les evacuacions de 1937.

Aquests compatriotes, ara ja casi nonagenaris, es veuen obligats a demanar el recolzament moral i la donació econòmica que vostè li pot donar.

La seva empresa estarà aquests dies representada al Fòrum Empresarial Catalunya – Rússia i, com suposem que tindrà alguna estona per passejar en mig de tanta activitat, i aprofitant que l’hotel Ukraina està molt a prop del Centro Español, li suggerim que s’apropi a aquest indret hospitalari on es trobarà molt reconfortat. El convidem a conèixer un lloc que dintre de poc ja no existirà perquè tota una generació que va fer possible aquest món de llibertats, està a punt de desaparèixer per sempre. La seva presència i la seva contribució solidaria farà que aquesta trajectòria vital es faci d’una manera digna.

El Centro Español es troba al 18/7 de Kuznetski Most al davant de la cèntrica estació del metro del mateix nom i l’hotel Ukraina està al 2/1 de Kutuzovsky Prospekt, a prop de la històrica estació de metro Kievskaya.

Tan sols ha de voler visitar el Centro, conèixer als nostres primers ambaixadors, aquells nens de la guerra, i col•laborar solidàriament perquè puguin continuar sent un lloc de referència al cor de Moscú.

Una salutació molt cordial,
Dolores Cabra
Coordinadora de “Salvemos el Centro Español de Moscú”

lunes, 22 de octubre de 2012

Exposición y ciclo de conferencias "Entre España y Rusia. Recuperando la Historia de los Niños de la Guerra"

Sr./ Sra.:
La información que le hago llegar es el resultado de un proyecto de investigación "Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra", que ha sido posible gracias a la concesión de una subvención del Ministerio de la Presidencia en el marco de las ayudas destinadas a las víctimas del franquismo. Los objetivos principales del mismo eran el montaje de una exposición itinerante y divulgativa y la organización de un ciclo de conferencias como homenaje a los niños españoles que fueron evacuados a la Unión Soviética en 1937 y 1938 por causa de la Guerra Civil.
 
Desde aquí quiero invitarles a la celebración de ambas actividades, que tendrán lugar en Alcalá de Henares y en Salamanca en el presente mes de octubre y en el próximo mes de noviembre. En los archivos adjuntos les hago llegar el cartel y los folletos correspondientes.
La exposición pueden visitarla en la Fundación Pablo Iglesias (Alcalá de Henares, C/ Colegios 7) del 16 al 30 de octubre en horario de mañana (de 10 a 14 h.) y en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca (C/ Cervantes, s/n) del 12 al 30 de noviembre en horario tanto de mañana como de tarde (de 9 a 20 h.).
 
En relación al ciclo de conferencias, éste tendrá lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá (Salón de Grados, 1ª planta, encima de la cafetería) el 26 de octubre y en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca (Sala de Grados, planta baja) el 23 de noviembre. En ambos casos se desarrollará a lo largo de todo el día. Por la mañana se impartirán tres conferencias y por la tarde se realizará una mesa redonda bajo el tema "Letras y voces del exilio". Tras la misma, está pensado proyectar el documental de Jaime Camino, Los Niños de Rusia, y debatir después sobre el mismo con algunos de los protagonistas.
 
Espero y deseo que puedan ver la exposición y acompañarnos en el ciclo de conferencias, bien en Alcalá, bien en Salamanca.
 
Y si no puede ser, especialmente en el caso de quienes están más lejos, les agradecería enormemente que le dieran a estas dos actividades la máxima difusión posible.
 
Un cordial saludo,
Verónica Sierra Blas
Directora de la Exposición y del Ciclo de Conferencias
Prof. Dra. Verónica Sierra Blas
UNIVERSIDAD DE ALCALÁ
Facultad de Filosofía y Letras
Departamento de Historia I y Filosofía
C/ Colegios, 2
28801, Alcalá de Henares (Madrid)
ESPAÑA
 
Lugares y fechas de la exposición
Fundación Pablo Iglesias
Colegio de San Bernardino
Claustro
C/ Colegios, 7
28801- Alcalá de Henares (Madrid)

Del 16 al 30 de octubre de 2012
De lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 h.
Universidad de Salamanca
Facultad de Geografía e Historia
Claustros de la 1ª y la 2ª planta
C/ Cervantes, s/n
37002 - Salamanca

Del 12 al 30 de noviembre de 2012
De lunes a viernes, de 9:00 a 20:00 h.


DIRECCIÓN CIENTÍFICA
Antonio Castillo Gómez [Universidad de Alcalá]
Pilar Domínguez Prats [Universidad de las Palmas de Gran Canaria]
Verónica Sierra Blas [Universidad de Alcalá]COORDINACIÓN
Carmen Serrano Sánchez [Universidad de Alcalá]
Guadalupe Adámez Castro [Universidad de Alcalá]
María José Turrión [Ex-directora del Centro Documental de la Memoria Histórica, Salamanca]


PRESENTACIÓN
E
ntre 1939 y 1939, España sufrió los efectos de una cruel guerra fraticida que acabó con miles de infancias. Los niños españoles padecieron, al igual que los adultos, las consecuencias del conflicto y fueron víctimas directas de las hostilidades. Tuvieron que hacer frente a la escasez de alimentos, a la insalubridad y a numerosas enfermedades. Vieron cómo la violencia y la venganza se adueñaron de las calles, que pasaron de ser espacios de juego y recreo a lugares peligrosos y prohibidos. Las sirenas y los refugios se convirtieron en su día a día debido a los constantes bombardeos que asolaron el país. Dejaron de ir a las escuelas. A muchos no les quedó más remedio que marcharse. Convencidos de que sólo así podrían sobrevivir, sus padres decidieron que formaran parte de alguna de las numerosas campañas de evacuación organizadas por el Gobierno de la República. Las evacuaciones de niños al extranjero constituyeron así el primer exilio del pueblo español derivado de la Guerra Civil.

De entre todos los países que acogieron a los menores españoles, la Unión Soviética fue, sin duda, el que generó las mayores alabanzas y críticas del momento, el que más encendió las conciencias y sacudió los corazones. Los 2.895 niños que desembarcaron en los puertos de Yalta y de Leningrado entre el 21 de marzo de 1937 y finales del mes de octubre de 1938 despertaron tanto interés entonces como lo despiertan ahora, 75 años después de su partida.

Esta exposición y este ciclo de conferencias, resultado del Proyecto Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra, subvencionado por el Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, pretenden reconstruir la vida de aquellos niños que tuvieron que abandonarlo todo por culpa de la guerra. Pero no se trata de recuperar su historia a partir de los documentos oficiales o las crónicas periodísticas de la época, sino de reescribirla dando prioridad a sus propias palabras, a sus testimonios orales y escritos (dibujos, redacciones, cartas, memorias, diarios, autobiografías, etc.) con el propósito último de dar a conocer este fenómeno histórico tanto en España como en Rusia y, al mismo tiempo, rendir un sincero homenaje a sus protagonistas.(*) Adaptación del texto que presenta a la exposición de Verónica Sierra Blas (Directora científica de la exposición).


Descripción
La exposición Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra se inicia con un marco histórico que se desarrolla en los paneles 1 (Guerra e infancia) y 2 (De la evacuación al exilio), donde se muestra cómo la guerra transformó el mundo infantil y cómo los niños fueron sometidos constantemente a un proceso de socialización bélica por parte de los dos bandos contendientes que tuvo como objetivo hacer partícipes, en mayor o menos medida, del conflicto. La escuela y la calle se convirtieron en verdaderos campos de batalla donde se enfrentaban día a día los dos modelos ideológicos en liza.

Tanto la República como Franco tuvieron como una de sus principales pretensiones forjar a los ciudadanos del mañana, quienes deberían, una vez terminada la contienda, reestablecer el régimen republicano o consumar la sublevación de la España nacional y católica. La propaganda pasó a impregnarlo todo y convirtió a los niños en el centro de numerosas campañas organizadas con fines muy diversos, desde recaudar donativos y conseguir armas, alimentos o medicinas hasta granjearse el apoyo de otros países a favor de una u otra causa.

Especial importancia tuvieron en este contexto la asistencia y protección a la infancia, materializadas en la fundación de multitud de organismos de ayuda, en la creación de colonias y hogares escolares (especialmente destinados a los hijos de los combatientes, a los huérfanos de guerra y a todos aquellos menores que se encontrasen en situaciones de riesgo) y en la organización de numerosas evacuaciones de niños al extranjero.

Una vez dibujado este contexto, el resto de paneles que componen la exposición están dedicados a la historia de los 2.985 niños españoles que formaron parte de las distintas evacuaciones organizadas entre 1937 y 1938 por el Gobierno republicano con destino a la Unión Soviética. Así, en los paneles 3 (Una patria, tres mil destinos) y 4 (De españoles a rusos. Vida cotidiana, educación y política) se explica cómo tuvieron lugar las evacuaciones, cómo se desarrollaron los viajes, de qué manera fueron recibidos e instalados los menores en las diferentes Casas de Niños que el Narkompros (el Comisariado para la Enseñanza del Pueblo soviético) creó para su acogida en diferentes lugares de la Federación Rusa y de Ucrania, cuál fue su día a día en dichas Casas, cómo se llevó a cabo su educación y de qué modo se diversificaron sus trayectorias una vez que se hicieron adultos.

El panel 5 (Entre dos guerras) llama la atención sobre la presencia constante de la guerra en la vida de estos niños, quienes a pesar de encontrarse lejos de España nunca olvidaron que su país estaba sufriendo, estuvieron en todo momento al tanto del desarrollo del conflicto y fueron plenamente conscientes del peligro constante que sus seres queridos, algunos en el frente, otros en la retaguardia, corrían cada día. Pero los niños españoles evacuados no sólo padecieron las consecuencias de la contienda española, sino que igualmente sufrieron las derivadas de la II Guerra Mundial, en la que, además, participaron activamente defendiendo a su país de adopción.

Finalmente, el panel 6 (Retornos y memorias) se ocupa del regreso de los «niños» a España, así como de la manera en que, a lo largo del tiempo, este particular colectivo ha ido construyendo su propia historia a partir de sus recuerdos y vivencias. Hubo que esperar hasta mediados de la década de los 50 para que las relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética dieran su fruto y se pusieran en marcha distintas expediciones oficiales de retorno, que continuaron, aunque con menor participación e intensidad cada vez en las décadas posteriores. A pesar de todo, la mayoría de los menores que fueron evacuados a la URSS durante la Guerra Civil española no volvió a su país o, si lo hizo, decidió regresar a la URSS ante los innumerables contratiempos que encontró en la España franquista para poder vivir en paz.

Los niños españoles evacuados a la Unión Soviética no sólo compartieron en su infancia y adolescencia unos acontecimientos que marcaron toda su vida, sino que, además, en el transcurso de éstos fueron tejiendo importantes redes de solidaridad e inquebrantables relaciones sociales y familiares que les mantuvieron unidos para siempre. Su identidad colectiva se ha ido, por tanto, construyendo a lo largo del tiempo y contra el tiempo, y en esa construcción han jugado un papel esencial las asociaciones que han creado, los lugares de reunión, las conmemoraciones y celebraciones, los monumentos erigidos en su honor y la lucha incansable por el reconocimiento de sus derechos y por la salvaguarda de su memoria.Estimado

lunes, 8 de octubre de 2012

Homenaje en Moscú a un piloto español

El cine ruso rindió hoy homenaje con el estreno de "El español" a José María Bravo, uno de los mejores pilotos de guerra en la historia de España, que escoltó a Stalin en su viaje a la histórica cita de los dirigentes aliados en Teherán en 1943.
 
El cine Octubre de Moscú que acogió el estreno le habría parecido un lugar perfecto para el estreno al personaje y protagonista de la película, producida y dirigida por dos hombres que aman España, el cine español y esas historias que unen dos países situados en los extremos opuestos del continente europeo.

Fue uno de los cines más señeros de la Unión Soviética, algo que a nadie escapa al ver el imponente edificio de piedra roja, adornado con motivos que remiten a la Revolución de Octubre de 1917 y la lucha de los obreros, una lucha que siempre impregnó la vida del piloto español.

Bravo, que vivió dos décadas en la Unión Soviética después de huir como soldado republicano de una España que había perdido su guerra y haber pasado por un campo de prisioneros españoles en la Francia dominada por los nazis, siempre fue un guerrero comunista y ferviente patriota de los ideales obreros.

Así lo dejó claro hoy en declaraciones a Efe el productor de "El Español", Andréi Baturin, el hombre que ideó el filme después de conocer al insigne piloto durante uno de sus frecuentes desplazamientos a Madrid.

"Era un patriota de Rusia y también de España. Profesaba ideas comunistas y amaba a Rusia. Incluso a su avanzada edad quería volver para ingresar en el nuevo Partido Comunista ruso", recordó Baturin, que tras leer la autobiografía de Bravo se propuso hacer la película.

Tras encontrar un director y también productor para el proyecto, Alexandr Tstatsúyev, escribieron juntos el primer guión.

"Por desgracia, José María falleció hace tres años, por lo que tuvimos que ultimar la película sin él, con algunos cambios en el guión. Para entonces ya había leído mucho más sobre los españoles que había participado en la guerra y consideré necesario hacer esta película en su memoria y honor", dijo Baturin.

La historia de Bravo cautivó a director y productor, porque el que había sido uno de los mejores pilotos de guerra durante la Guerra Civil española era también un "auténtico ruso, dispuesto a dar su vida por este país".

Además "era un auténtico as de la aviación, con una inmensa cantidad de vuelos de combate", que había logrado derribar 23 aviones enemigos en España, recuerda Baturin.

"En la URSS habría sido condecorado con la orden de Héroe de la Unión Soviética (máxima condecoración del Estado) por tan solo cinco aviones derribados", según Tstatsúyev.

Los autores de "El español" hablaron con muchos amigos y compañeros de trincheras de Bravo en la URSS, y todos recordaban al "hombre valiente, atrevido, capaz de enfrentarse él solo con varios aviones enemigos en combate".

Cuando la invasión nazi sorprendió a José María Bravo en la ciudad ucraniana de Jarkov, el Ejército Rojo no le permitió entrar en las Fuerzas Aéreas, por lo que tuvo que alistarse como zapador para seguir su destino de guerrero.

"Contaban de él que cuando fue zapador se arriesgaba mucho y era capaz de ir solo a una misión muy peligrosa. Tuvo mucha suerte y nunca resultó herido de gravedad, incluso cuando fue derribado en combate", apuntó Tstatsúyev.

Ya en 1943 pudo volver a los mandos de un avión de combate y ese mismo año "le permitieron escoltar a Stalin a la famosa conferencia de Teherán en 1943".

"Cuando ya había abandonado la Unión Soviética, dejando atrás a su hijo por parte de su primera mujer, volvió a tomar grandes riesgos para cruzar el telón de acero y encontrase con él", relató el cineasta sobre una de las últimas hazañas del protagonista de "El español".

La película, a cuyo estreno asistieron muchos españoles y también héroes soviéticos de la Segunda Guerra Mundial, relata los años que pasó Bravo en la URSS, donde vivió grandes historias de amor pero también muchas penurias.

 
 

domingo, 30 de septiembre de 2012

Los "niños de la guerra" celebran en Rusia sus 75 años de exilio

 
RTVE - Moscú, 29 sep (EFE).- Los "niños de la guerra", los pocos que quedan en Rusia de más de 3.000 menores españoles que fueron evacuados durante la Guerra Civil a la Unión Soviética, celebraron hoy el 75 aniversario de la llegada al país que ya nunca llegarán a abandonar.
 
Dibujos infantiles y fotos de los "niños" a partir de 1937 y hasta la década del 50, danzas folclóricas de las diferentes regiones de España y canciones populares españolas y rusas impregnaron de nostalgia la velada celebrada en el Centro Español de Moscú con motivo del aniversario.
 
"Los que más sufrieron las consecuencias de la guerra fueron los niños mandados a la Unión Soviética. Los que fueron a Francia o Bélgica sí pudieron volver. Estos niños no pudieron regresar, nunca", dijo a Efe Dolóres Cabra, presidenta de la Asociación Guerra y Exilio (AGE).
 
De los más de 30.000 niños españoles evacuados durante la Guerra Civil poco más de 3.000 fueron a parar a la Unión Soviética.
 
"Tuvieron que esperar a la muerte de Stalin para poder regresar. Aún así muchos se quedaron en los campos del Gulag, murieron en la guerra o por el hambre, o quedaron desaparecidos. Además, estos niños tuvieron una presión muy grande por parte del Partido Comunista de España (PCE)", explicó la dirigente de AGE.
 
Francisco Mansilla, presidente del Centro Español, lamenta no haber podido regresar.
"Perder la patria es horrible.Teníamos que haber regresado en 1939. No nos dejaron salir. En cambio, mis hermanos que estaban en Francia volvieron todos. Cuando los soviéticos nos dieron permiso para volver, en 1956, yo ya estaba casado y me quedé", dice.
 
Dos o tres decenas de "niños de la guerra" y varias decenas más de sus descendientes llenaron la sala y el escenario del Centro Español, situado a poco más de un kilómetro del Kremlin.
 
"Muchos están enfermos, no ven bien, no pueden andar, y otros son muy mayores, por lo que no podrán venir. Todos tenemos entre 70 y 90 años", explicó Mansilla.
 
Los sobrevivientes narran como fueron recibidos
Los asistentes recordaron hoy sus vivencias de hace 75 años, de cómo legaron entonces a la URSS y la cordial acogida que les dieron los soviéticos.
 
"Cuando teníamos que bajar del barco en Leningrado había muchos rusos que venían a recibirnos. Tantos, que parece que (las autoridades) tuvieron miedo de que alguien viniera a cogernos que nos hicieron volver al barco y pasamos allí la noche. Nos recibieron con flores y con mucho cariño", recuerda Antolina Etxeberría.
 
Tres expediciones en barcos, que salieron de los puertos de Valencia, Santurce y Gijón, fueron organizadas para salvar a los niños de los combates y bombardeos.
 
En la URSS, los niños, principalmente vascos y asturianos, fueron distribuidos en 14 casas de niños, donde les esperaban maestros españoles y manuales en español.
 
Sin embargo, pocos años después la II Guerra Mundial atrapó a los refugiados que habían huido de la Guerra Civil Española.
 
Los que para entonces alcanzaron mayoría de edad, 256 en total, partieron voluntarios al frente.
En total, 206 españoles caídos en combate, otros 216 que murieron en la retaguardia a causa de los bombardeos, el hambre, las enfermedades y otras penurias de aquella larga y cruel guerra fue el precio que pagó la comunidad republicana española por la independencia de la URSS.
 
Las tumbas españolas están diseminadas por el territorio de la ex URSS
Las tumbas españolas, cuando las hay, están diseminadas por el vasto territorio de la ex URSS, desde el Báltico hasta Crimea y el Cáucaso, y desde Bielorrusia hasta los Urales, Asia Central y Siberia.
 
Tras terminar la guerra, los jóvenes españoles fueron abandonando las casas de niños para empezar a trabajar o estudiar carreras.
 
De ellos, 746 recibieron enseñanza superior y se licenciaron principalmente en Ingeniería y Medicina, pues, según los dirigentes del PCE, "España necesitará médicos e ingenieros".
 
Luego, una primera ola de repatriación se hizo posible en los 50, que continuaría después a cuentagotas en los 60, 70, 80, 90...
 
"Nosotros ya no volveremos, ni siquiera para que nos entierren en nuestra tierra", dice uno de los "niños" que y prefiere no decir su nombre.
 
Ántolina le abraza y añade: "Espero que jamás, en ninguna parte del mundo, pase lo que nos pasó a nosotros. Nunca más. Los hijos tienen que vivir con sus padres. Y en su patria".
 

sábado, 29 de septiembre de 2012

Conmemoración del 75 Aniversario de la evacuación de los niños españoles a la antigua URSS durante la guerra civil

En una excursió en las afueras de Moscù
 
AGE- 28/9/12
El 29 de septiembre de 2012 a las 15,00 h. se celebran en Moscú los actos en conmemoración del 75 aniversario de la evacuación de los niños españoles a la antigua URSS, coordinados por María Teresa Casero, con la presencia de la Presidenta de AGE, Adelina Kondratieva y de la Secretaria General, Dolores Cabra. Tendrán lugar en el Centro Español de Moscú (C/ Kuznetskiy Most 18/7) 107031-Moscú.


El Programa de actos es el siguiente:

1. Palabras preliminares del Presidente del Centro Español, Francisco Mansilla. Con la intervención de Araceli Ruiz, Presidenta de la Asociación de los niños de la guerra de Asturias y de Adelina Kondratieva y Dolores Cabra, Presidenta y Secretaria General de la Asociación Archivo Guerra y Exilio.

2. Inauguración de la Exposición de fotografías, documentos y dibujos de los niños de la guerra, coordinada por María Teresa Casero, con la colaboración de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (Fondo del Centro Español de Moscú) y el ANC (Archivo Nacional de Cataluña).
Y la muestra de la medalla de plata de la villa de Gijón, otorgada a la Asociación de los niños de la Guerra de Asturias.

3. Concierto poético musical dirigido por Luis García Luque.

Fotografías y documentos del Centro Español de Moscú en el enlace: