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viernes, 9 de diciembre de 2011

Exposición "Donación del pueblo español"

Hasta el 29/1/2012 (19:00 h)

Biblioteca Regional Universal y Cientifica de Saratov
C/ Gorky 40
410600 Saratov
(RUSIA)

Exposición

Dar Ispánskogo Naroda (DPE; DIN, en sus siglas rusas), la donación bibliográfica, llevada a cabo en 1938 por el Gobierno de la República al Gobierno de la URSS, con ocasión del 20 aniversario de la Revolución de Octubre. A raíz de dicha donación, el Hispanismo ruso experimentó un especial auge; se llevaron a cabo traducciones literarias y se impulsaron los estudios acerca de la historia de las relaciones. La exposición sobre la DPE se plantea, no como una exposición bibliográfica, sino como una exposición acerca de la acción de diplomacia cultural que supuso la DPE, su explotación, en su momento, a nivel propagandístico, así como su rentabilidad en relación con la difusión de la lengua y la cultura españolas en la URSS. La DPE se encuentra actualmente integrada en los fondos de la Biblioteca Estatal Federal de Literatura Extranjera.

Ficha técnica:
Obra: 50 libros
Autor/a/es/as: VV. AA.
Cronología: 1900-1936
Tamaño: diferentes formatos
Procedencia:
Fondos de la Biblioteca Estatal Federal de Lenguas Extranjeras

Entidades Organizadoras
Biblioteca Estatal Federal de Literatura Extranjera (Moscú)
Vserossiyskaya Gosudarstvennaya Biblioteca Inostrannoi Literatury (Moscú)

Instituto Cervantes (Moscú)
Novinski bulevar 20ª bl. 1-2
121069 Moscú
Federación de Rusia
Tlf: 7495 609 90 22
Fax: 7495 609 90 33
cenmos@cervantes.es

martes, 6 de diciembre de 2011

Conferencia de Isabella Lorusso en Moscú: “Vida y lucha política de los militantes del POUM”

Fundación Andreu Nin
19 de diciembre (lunes), 19:00h.

Ciclo “Crónica sentimental de España”.

-Conferencia de Isabella Lorusso “Vida y lucha política de los militantes del POUM”.
-Presentación de su libro “Voces del POUM”
-Proyección de la película “Operación Nikolai”.

Moscú. Salón de Actos del Instituto Cervantes. En ruso.
En colaboración con  la Fundación Andreu Nin y Televisió de Catalunya.
Entrada libre.

El POUM, el Partido Obrero de Unificación Marxista en cuyas filas militó el célebre escritor inglés George Orwell, nació en Barcelona en 1935. Era un partido pequeño e independiente, crítico frente a la política de Moscú y de la Tercera Internacional motivo por el cual fue atacado, criticado y eliminado por todos los medios estalinistas. Isabella Lorusso ha recogido la voz de los militantes que habían regresado a Barcelona después de cuarenta años de dictadura: Ignacio Iglesias, María Manonelles, Pilar Santiago, Manuel Alberich, Wilebaldo Solano,Elvira Godàs, Víctor Alba (Pere Pages), Antonia Adroher, Teresa Carbó, Carmel Rosa y el anarquista Diego Camacho (Abel Paz). Es  un testimonio directo de aquella época que llena un vacío en nuestra memoria histórica y vuelve a dar vida a los que la represión y la tortura no pudieron callar.

Isabella Lorusso nace en Ostuni, en Apulia y se licencia con mención de honor en Ciencias Políticas en la Università degli Studi de Bolonia. Ha vivido en diferentes ciudades europeas y latinoamericanas (Barcelona, Cuzco, Lima,B uenos Aires…) dedicándose a la enseñanza de la lengua italiana en varias Universidades e Institutos de Cultura. “Voces del POUM” es su primer libro de entrevistas, publicado también en lengua italiana.

Operación Nikolai (1992), largometraje documental dirigido por M. Dolors Genovès, guión e investigación de M. Dolors Genovès y Llibert Ferri. El 16 de junio de 1937, en plena guerra civil española, Anderu Nin, máximo dirigente del POUM, un partido marxista contrario a la política de Stalin, es secuestrado en Barcelona y desaparece sin ningún rastro. Durante seis meses un equipo de investigación de Televisió de Catalunya trabajó en los archivos de la Internacional Comunista y del KGB en Moscú. Era el año 1992 y por primera vez los investigadores accedieron a una documentación secreta sobre el asesinato de Nin, siguiendo el modelo de las purgas estalinistas. El documental también descubre el lugar dónde fue enterrado el líder del POUM.

Más información:
Instituto Cervantes de Moscu
Novinski bulevar, 20a, bl.1-2121069
Moscu http://moscu.cervantes.es/
Tel. 609 90 55
Fax. 609 90 33
correo-e: cultmos@cervantes.es
Институт Сервантеса в МосквеНовинский бульвар, 20 а, стр. 1-2
121069 Москва

sábado, 3 de diciembre de 2011

El Centro Español de Moscú que acoge a ‘niños de la guerra’ pide ayuda para no cerrar

La entidad no tiene dinero para pagar el alquiler
España Exterior 02 de Diciembre de 2011
El histórico Centro Español de Moscú, que durante decenios ha aglutinado a los ‘niños de la guerra’ y a sus descendientes, está a punto de cerrar sus puertas debido a la falta de fondos. “Si en enero no pagamos, nos desahuciarán” denuncia su presidente, Francisco Mansilla.

“España nos ha denegado la subvención. Sólo nos quedan fondos para subsistir este año. Si en enero no pagamos, no sólo nos echarán, sino que nos desahuciarán”, aseguró el madrileño Mansilla, que llegó a la Unión Soviética con diez años.

El Centro Español se encuentra en un espacioso local frente a la céntrica estación de metro moscovita Kuznetski Most que en 1965 fue cedido por las autoridades soviéticas al Partido Comunista Español (PCE).
“Los viernes nos reunimos los varones, nos hacemos nuestra comida, nos tomamos un trago, brindamos por lo que sea, jugamos a las cartas y pasamos un rato bueno. Los martes se reúnen las mujeres”, apuntó.

Miles de personas de todas las edades subieron desde la década de 1960 la empinada escalinata de la tercera planta del edificio del centro para reunirse con la comunidad española, aprender su idioma y su cultura y combatir la nostalgia por la patria perdida.

El local incluye un salón de actos, donde se imparten clases de español, baile y coros, un bar que recuerda a las tradicionales tascas españolas con numerosos objetos con genuino sabor español y varias mesas para jugar a las cartas y al dominó.

Parada obligatoria para todos los presidentes españoles, desde Felipe González, el Centro Español tiene centenares de socios, pero son muy pocos los que pagan la cuota anual, que asciende a 2.000 rublos (50 euros).

“No es mucho, pero en Rusia todo es caro. La vivienda es muy cara y la ropa también. Muchos ‘niños de la guerra’ reciben la prestación española, pero la dedican a ayudar a sus familiares”, señala.Mansilla, de 85 años, ha convocado una asamblea extraordinaria de socios para el 3 de diciembre para abordar la crítica situación financiera de la institución, que dejó de recibir el 1 de enero pasado la subvención del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales).

“Plantearé la necesidad de aumentar las cuotas hasta los 5.000 rublos (125 euros). Somos capaces de recaudar hasta 10.000 euros entre cuotas, ayudas y algunos ahorros, pero necesitamos otros 30.000 para afrontar los gastos”, explica. El alquiler del piso asciende a casi 12.000 euros anuales, a lo que se suman los altísimos gastos de comunidad y la retribución del personal.

“El Imserso nos dice que no cumplimos con los criterios, pero tampoco nos explican en qué consisten. Debían venir al centro en las fiestas, cuando se reúnen más de cien personas. El centro está vivo”, responde.Mansilla considera que es “mentira” el argumento del Imserso, que en 2010 concedió al centro una subvención de 4.900 euros, que no contribuyan a la divulgación de la lengua y la cultura españolas.

“Tenemos tres ciclos de lengua española, dos de flamenco y un coro. Además, no se puede comparar el coste de la vida y las condiciones que existen en Rusia con las de Argentina o México”, replica.

Este ‘niño de la guerra’, que nació en 1926 en el Rastro de Madrid, asegura que se han dirigido al Príncipe de Asturias, al Defensor del Pueblo y a empresarios en busca de ayuda, pero por ahora sin demasiada suerte.

“Parece que a nadie le importa, pero a nosotros sí nos importa. Nosotros vivimos gracias al centro. Es el que se interesa por nuestras vidas. Todos los privilegios que hemos recibido, desde la ciudadanía a las prestaciones, las obtuvimos gracias al centro”, señaló.

Mansilla, uno de los 3.000 “niños de la guerra” civil española acogidos en su día por la URSS, explica que para empezar habría que contratar a personas que se dediquen a gestionar el centro, ya que él y varios de sus ayudantes son mayores de edad que no cobran nada por su trabajo.

“Cada vez quedamos menos ‘niños de la guerra’, pero estamos todos muy unidos al centro. En Moscú quedan unos 70. El que menos tiene llega ya a los 79 años y el que más supera los 90. Nos cuesta andar y nos falla la memoria”, comenta.

“Le aconsejé al Gobierno español que comprara el local, ya que hemos invertido mucho dinero en el centro, pero no me hicieron caso. Si nos echan, se perderá todo. Si el centro desaparece, desaparecerán también los ‘niños de la guerra’”, comentó.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Inauguración de un monumento a los niños españoles en Óbninsk

Francisco Mansilla, Manuel Arce, María Sánchez Puig y el alcalde de Obnins
AGE 12/11/11
ИНФОРМАЦИОННЫЙ ПОРТАЛ АДМИНИСТРАЦИИ ГОРОДА ОБНИНСКА
03 ноября 2011

Символ дружбы # Un símbolo de la amistad

Según comunica el servicio municipal de prensa, el 2 de noviembre, en  la parte vieja de la ciudad de Óbninsk, tuvo lugar la ceremonia de inauguración de un monumento dedicado a la memoria de los niños de la guerra españoles, que vivieron en la casa de niños en esta ciudad, antes de estallar la II Guerra Mundial.


En la ceremonia participaron representantes de la Alcaldía y diputados del Consejo municipal, habitantes de la ciudad, así como antiguos alumnos de la casa de niños y miembros del Centro español de Moscú.

El alcalde de la ciudad, sr. Alexánder Avdéyev, saludó a los presentes y subrayó la importancia del acto, como un lazo de unión entre ambos países. El sr. Avdéyev agradeció al sr. Manuel Arce, antiguo alumno de la casa de niños de Óbnisk y presidente de la Fundación Nostalgia, la publicación del libro “Memorias de Rusia”, que narra, entre otras cosas, la vida de los niños españoles en el internado de Óbninsk.

La presentación de este libro, publicado en ruso y en español, tuvo lugar el mismo día, en el Museo Histórico municipal. El autor, Manuel Arce, evocó los recuerdos de los años vividos en Rusia y respondió a las preguntas de los presentes.

En la ceremonia de inauguración del monumento a los niños de la guerra españoles  tomaron la palabra los diputados del Consejo Municipal Tatiana Batálova  y Dmitri Sambúrov, quienes apoyaron  activamente la propuesta de colocación del monumento.


El representante de la Unión de Jóvenes de Rusia Andréi Platónov subrayó en su discurso que la inauguración de este monumento representa no sólo un hito importante en la historia de la ciudad, sino que simboliza la amistad entre los pueblos ruso y español, especialmente importante para la generaciones jóvenes.

Al concluir el acto solemne de la inauguración, se depositaron al pie del monumento docenas de claveles rojos, símbolo de España.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Eloísa y su huerto entre los manzanos. De Fuendetodos a la Unión Soviética


Eloísa y su huerto entre los manzanos. De Fuendetodos a la Unión Soviética de Teresa Grasa Sancho
Autoedición

Una mujer, una familia, un pueblo que tuvieron que reinventarse. La guerra civil española se ha contado miles de veces pero aún quedan pendientes por contar numerosas historias familiares que encadenadas dan cuenta de la verdadera magnitud de la tragedia.

Como todos los veranos Eloísa, su marido Antonio y sus dos pequeños hijos salieron de Logroño para pasar las vacaciones del verano del 36 en Fuendetodos, su localidad natal. El golpe de estado de una parte del ejército contra el Gobierno de la República desbarató sus vidas como la de millones de españoles. Antonio, piloto del ejército republicano, se mantuvo fiel al Gobierno. Hizo caso omiso de las órdenes de Queipo de Llano que le requería por radio para incorporarse a los militares golpistas. A partir de ahí su familia fue duramente perseguida y él acusado de tirar las bombas que cayeron sobre la basílica del Pilar de Zaragoza en agosto de 1936.

Buscando un refugio para su existencia la historia de esta familia corrió paralela a los principales acontecimientos históricos europeos de la segunda mitad del siglo XX. La familia al completo vivió exiliada cuarenta años en la Unión Soviética. La Casa de Niños a la que fueron destinados los dos hijos de Antonio y Eloísa, junto a seis primos más de la misma familia, fue evacuada con motivo de la II Guerra Mundial. Antonio y Eloísa, después de un largo periplo, acabaron trabajando en la misma Casa de Niños en la que estaban sus hijos y sobrinos. La historia de esta familia es la historia de un compromiso y un ejemplo de superación ante la adversidad.

Eloísa le plantó cara a un destino que no entraba en sus planes y a pesar de las numerosas tragedias que padeció, al final de su vida ya de regreso a su localidad natal, supo mantener la memoria y desprender una paz infinita.

El documento se complementa con fotografías de su larga estancia en la Unión Soviética.

Índice
Prólogo                                                                         
Prólogo de la autora                                                 
Introducción histórica                                                      
Una época de grandes transformaciones                         
La propiedad de la tierra                                                
La fuerza de la Iglesia                                                     
El poder del Ejército                                                       
Movimientos de la población                                             
La Guerra Civil en Aragón                                              

El breve recorrido de la esperanza al abismo                    
Fuendetodos. Verano de 2007                                         
Fuendetodos 1909-1928. Eloísa Salueña Subías              
Antonio Salueña Lucientes                                                 
Logroño. Febrero de 1936                                                
Fuendetodos. Julio de 1936                                            
La violencia comienza su escalada                                    
Aeródromo de Albalatillo                                                 
Belchite                                                                           
Canje de prisioneros                                                       
Fuendetodos: final de septiembre y primeros
días de octubre                                                                 
Estancia en el campo de aviación                                      
Fuendetodos: un camino hacia la libertad                        
Lérida 1937-1938                                                          
Kirovabad                                                                      
Rosas y Barcelona                                                           

Una nueva vida en el país del frío                                      
La vida en una maleta                                                     
Republicanos españoles en la Unión Soviética                 
Protección y cuidado de los menores españoles              
Las Casas de Niños Españoles en la U.R.S.S.                 
Una nueva plaga recorre Europa                                  
Españoles en el frente ruso                                             
Camino de Moscú                                                          
1944 Crimea. El huerto entre los manzanos                    
Kiev, el duro mundo de la producción soviética                
Bakú, una nueva ciudad, una nueva vida                          

Regreso a la democracia: el pasado entra en el presente   
1979 Primer viaje a España                                            
El viaje de vuelta                                                            
Regreso definitivo                                                             

Los ocho niños de Fuendetodos                                    
Los niños españoles en la cultura soviética                    
Cuenta de víctimas                                                         
Apuntes históricos                                                          
Maestros y maestras de la República                                
Clara Campoamor y el voto para las mujeres                
La guerra de Marruecos                                                 
La revolución de Asturias                                               
Constancia de la Mora                                                  
Mujeres Antifascistas                                                      
Deportación del pueblo tártaro de Crimea                    
Radio Pirenaica                                                             
Impulso a la nueva sociedad cubana      

                          
Galería de Imágenes           
                                         
Bibliografía           

                                                        
LA LIBRERÍA DE CAZARABET
c/ Plana Sancho, 17
44564 - Mas de las Matas (Teruel)

jueves, 15 de septiembre de 2011

11- El Gobierno paga en Moscú la deuda con «los niños de la guerra»


Diario de León.es / Mateo Balín - Moscú - Mateo Balín 25/01/2005

Enero 2005
Pensaban que nunca llegaría este día. Por eso, los dos centenares de «niños de la guerra» que acudieron este lunes al Centro Español de Moscú, ubicado en el segundo piso de un vetusto edificio que el Partido Comunista de España tiene en un céntrica calle moscovita, acogieron con inusitada satisfacción la iniciativa que el Gobierno aprobó el pasado viernes. Todos conocían con antelación la nueva buena, pero esperaban escuchar en boca de un miembro del Ejecutivo la concesión de las prestaciones económicas y sanitarias que harán más llevadero su arduo día a día en una Rusia decrépita. Se llaman Isidro, Jesús, Sotero o Faustina, rozan en su mayoría los 80 años y, aunque su documento de identidad diga que son nacidos en Oviedo, Madrid, Valencia o Galdames (Vizcaya), son como los cientos de miles de jubilados rusos que, tras una vida llena de infortunios, perviven con una paga mísera. En muchos casos, con apenas unos 180 euros al mes durante los última década, la mitad procedente de la Hacienda española. Hoy en Rusia hay 237 «niños de la guerra», denominación que algunos aborrecen. Vestidos con sus mejores galas -era la ocasión para que familiares y amigos les viesen desde el otro lado del continente-, escucharon con ansiedad las palabras del ministro Jesús Caldera, que estuvo acompañado por una amplia representación de los grupos parlamentarios. Sólo faltaron Coalición Canaria y Esquerra Republicana de Catalunya, que disculparon su ausencia. «El frío de la Plaza Roja de Moscú contrasta con el calor de la Casa de España», arrancó el ministro de Trabajo. «Todos los grupos políticos han decidido reparar esa brecha moral equiparando vuestros derechos sociales a los de cualquier otro jubilado quizá llegue un poco tarde, pero lo recibimos con gran satisfacción para remediar la pérdida de vuestra infancia, cuando tuvisteis que tomar decisiones de mayores siendo niños y ver truncadas vuestras perspectivas personales y profesionales», continuó. Otro de los anuncios que esperaban con impaciencia los septuagenarios era las prometidas obras del ascensor que se espera para abril o mayo. 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

10- Tras la guerra: España, México, Cuba, la URSS

Reunión en el Club Chkalov de Moscú, foto UGT

Tras la muerte de Stalin en 1953, se inicia un período de un relativo deshielo de las relaciones del régimen franquista con la Unión Soviética. Ya hace años de la derrota del Eje, al que Franco había apoyado con el envío de la División Azul a combatir contra los soviéticos, y con la entrada de España en la ONU aún reciente (1955), en 1957 se produce el acuerdo para el regreso de los "niños" que lo desearan a España. El traslado se organiza con discreción, aunque no deja de tener un componente publicitario paradójico: el régimen intenta aparecer como "salvador" del peligro soviético a aquellos que marcharon como menores. El 21 de enero, como parte de un acuerdo entre ambos Estados con el concurso de la Cruz Roja de ambos países, el buque soviético Crimea llega al puerto de Castellón de la Plana con 412 españoles a bordo.

Entre ese año y el siguiente llegarían a España cerca de la mitad de los jóvenes enviados a la URSS.

Los retornados encontraron a su vuelta un régimen hostil, la desconfianza de unas autoridades que sospechaban de su filocomunismo y, sobre todo, unas familias que dejaron ir a niños y que recibían tras casi veinte años a adultos, en ocasiones padres de familia a su vez, con otra educación y experiencias vitales opuestas. El reencuentro por tanto no fue fácil y un número no despreciable decidió finalmente regresar a la Unión Soviética.

Previamente, un pequeño grupo de unos 150 niños obtuvo permiso, en 1946, para marchar a México a reunirse con sus familiares. A otro grupo de unos 200 "niños", el conocimiento de la lengua española los llevó a viajar, desde mediados de 1961 y hasta mediados de la década de los setenta, a la Cuba de Castro, como especialistas soviéticos enviados por el Partido Comunista de España, desempeñando allí trabajos de traductores, profesores, en la construcción o incluso como técnicos para la inteligencia cubana.

En Cuba recibieron el apelativo de "hispano-soviéticos".

La mayoría de los niños que finalmente pasaron sus vidas en la Unión Soviética, regresados tras la guerra a los lugares de los que habían sido evacuados, acabaron radicándose en Moscú, aunque hubiera quien acabase situando su residencia en los remotos parajes de Siberia. Las estancias vacacionales en España estaban permitidas para los que hubieran permanecido veinte años en la URSS. Desde los años 60 algunos fueron volviendo de manera individual, y tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética, un número considerable volvió a España. Los supervivientes han seguido manteniendo un contacto frecuente. Los que permanecieron definitivamente en la URSS, concretamente en Moscú, solían reunirse en las salas de alguna fábrica, en el club Chkalov o en el propio Centro Español (también conocido como "Casa de España"). Los que volvieron, ya fuese a través de asociaciones (entre ellas las de Asturias, País Vasco o Madrid) o de un modo más informal, también han seguido frecuentándose en los lugares de los que eran originarios y a los que volvieron.

En todo caso, la situación para todos ellos nunca dejó de ser peculiar, debido a que España no mantuvo relaciones diplomáticas con la URSS hasta los últimos meses de la dictadura, en 1977. Incluso en algún aspecto se vieron perjudicados por la caída del régimen soviético, quedando en un limbo legal del que salieron en 1990, con la concesión de la posibilidad de recuperar su nacionalidad "perdida" por parte de las Cortes españolas. Posteriormente, en 1994, obtendrían el derecho a recibir pensiones de jubilación, invalidez y supervivencia. En 2005 se reconoce, tanto a los aún residentes en el extranjero como a los retornados, el derecho a una prestación económica por su condición de menores exiliados que pasaron la mayor parte de su vida fuera de España. Dicha ley incluye asimismo mecanismos para la cobertura sanitaria cuando ésta fuese insuficiente en el lugar de residencia.

Los supervivientes de aquellos niños recibieron, en diciembre de 2003, la Medalla de Honor a la Emigración en su categoría de oro

Fuente Wikipedia

Entre 1956 y 1959, se efectuaron las cuatro expediciones conocidas de retorno a España desde la Unión Soviética

Los niños, ahora ya adultos, esperaban encontrar a su vuelta el amor de sus familias, el que hace tanto necesitaban.

Cual fue la sorpresa de éstos cuando llegaron. La vuelta a España fue decepcionante para ellos, pues las familias a las que esperaban encontrar de nuevo ya no eran las mismas de entonces, al igual que los padres no encontraron a sus niños, pues ahora eran ya adultos y tenían familias y una educación y cultura diferentes a la española.

Cuando fueron retornando de manera individual y muy controlada, ya habían pasado muchos años, y la integración en la nueva sociedad española era ahora casi imposible, pues los numerosos cambios desmesurados que se habían producido con la instauración del régimen autoritario de Franco eran abismales.

En resumen, el retorno a España no fue jubiloso, pues algunos de los dirigentes del régimen franquista estaban convencidos que su regreso no se quedaría solo en eso, sino que con ellos vendría algún agente comunista infiltrado, a pesar de ello no les convenía la negación de su vuelta.

Otras fuentes

Centro Español en Moscú

La sustancial labor de fomento de la lengua y la culturas hispanas en Rusia desde su Centro Español (antigua Sede del Partido Comunista Español), sito en la céntrica calle Kuznetski Most, nº18/7, de Moscú, donde siguen llevando a cabo su singular e inagotable acción cultura.

Espanaenmoscú

sábado, 23 de julio de 2011

9- Intentos de recuperación de los niños por el régimen


Telegrama de la FET- JONS exigiendo retorno de niños evacuados
Fondos UGT

La vuelta a España de los niños deportados, especialmente los que estaban en la Unión Soviética, seguía considerándose por el régimen franquista un objetivo político a perseguir. Incluso antes de terminar la propia guerra, la Falange tomó a su cargo dicho objetivo, haciendo bandera del mismo en su búsqueda del mayor protagonismo politíco posible dentro del futuro Estado franquista. Manuel Hedilla, Jefe Nacional de la organización, enviaba en 1937 una carta al diario The Times pidiendo ayuda ante lo que calificaba como "inhumana exportación de niños" a la URSS, ofreciéndose incluso a sufragar los gastos de mantenimiento de los pequeños.
Nuestra pobre FALANGE, pobre de dinero y poderosa de aliento, quiere para sí sola el sacrificio que suponga el cuidado de esos miles de niños.
El encargo de su consecución se hizo al Servicio Exterior de la Falange, cuyos fondos se encuentran en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares). De ahí proviene un documento de 1949 referente a los métodos empleados en la empresa:
Nuestros delegados en el extranjero solicitan su devolución a España; en un 99 por ciento de los casos esa solicitud es denegada. Se recurre entonces sin miramientos a los medios extraordinarios, con los que, de una forma u otra, casi siempre se logra al fin obtener al menor.
El primer repatriado de este modo fue uno de los niños que, convertido en soldado del Ejército Rojo, cayó prisionero durante la guerra ruso-finesa. De las informaciones obtenidas por él la Falange deducía la preparación como "activistas" de los niños españoles. Dicha versión hubiera venido avalada por aquella captura nazi de una docena larga de chicos en 1942, supuestamente miembros de una "escuela de activistas". Sea como fuere, el régimen siempre sospechó que los "niños" repatriados pudieran ser agentes filocomunistas. Aún en 1952, en un artículo publicado, entre otros medios, en El Correo Español - El Pueblo Vasco, el escritor y poeta falangista Federico de Urrutia señalaba como tema pendiente de la guerra "los menores expatriados en 1937 que lo fueron a la fuerza o engañados". En él señalaba específicamente a los enviados a la URSS, que
dada la infrahumana educación recibida [...] ya habrían dejado de ser criaturas humanas, para convertirse en desalmados entes sovietizados.
Siguiendo esa doctrina, se dio algún caso en que una vez repatriado el niño, ni siquiera era devuelto a su familia, "por no ofrecer [...] ninguna garantía sobre su educación", siendo entregado al Auxilio Social.

Fuente Wikipedia

Documento sobre repatriación de niños
Fondos UGT

lunes, 18 de julio de 2011

8-Tras el fin de la guerra


Soldado ondeando la bandera soviética en lo alto
del Reichstag de Berlín


El fin de la guerra
Finalmente, el 7 de mayo de 1945, la Alemania nazi capitula sin condiciones ante los aliados. La pesadilla de la guerra más sangrienta de toda la historia de la humanidad, terminaba. En total, 21 millones de soviéticos perecieron: 8 millones de civiles y 13 millones de militares, entre ellos, podríamos contar con  exiliados españoles que dieron su vida por la libertad.

Aunque el fin de la guerra pareciera el también fin del sufrimiento de los niños exiliados, no fue así, puesto que la postura de Stalin fue claramente contraria al regreso de los niños españoles.

Muerte de Stalin
Con el paso de los años y a pesar de su perfecta adaptación a la Unión Soviética los niños españoles comenzaron a formar sus familias casándose con mujeres y hombres rusos, (los españoles casados con rusas regresarían a España, aunque las españolas casadas con rusos permanecerían allí) iniciándose en su vida laboral con todo aquello aprendido que les impartieron en la URSS desde un comienzo.

El recuerdo infantil de esa España que había quedado atrás en sus vidas continuaba más presente que nunca, las ganas de regresar a su país natal eran cada vez más fuertes, pero la política estalinista como ya sabemos se negó a devolver a sus niños republicanos españoles a una dictadura instaurada por Franco, como cita uno de los protagonistas de la película las palabras de Stalin fueron “la República me dio a los niños, y solo los devolveré a la República”.

Jruschov mantuvo a partir de 1956 mejores relaciones con España, ahora de régimen franquista, por ello y gracias a la Cruz Roja Internacional los niños tuvieron por fin la posibilidad de su tan anhelada vuelta a España después de 20 años de intentos fallidos y propuestas denegadas.

Varias fuentes

jueves, 14 de julio de 2011

7- Batalla de Stalingrado 1942-1943

Batalla en las calles de Stalingrado en Enero de 1943


Batalla perpetrada entre junio de 1942 y febrero de 1943, con victoria soviética final, que llevó a la muerte a unos 2 millones de personas y supuso el inicio del fin de la Alemania nazi.
Sin faltarles su alojamiento y su educación, empezaron a trabajar en algo nuevo para ellos: los duros campos agrícolas soviéticos, los koljoses.
Según el testimonio de uno de los niños de la guerra, Francisco Vega: “Era la guerra, había que trabajar”
Más adelante, ya con el ataque alemán más debilitado y en progresiva retirada ante el ejército soviético, los niños más jóvenes fueron siendo enviados a las inmensas fábricas de armamento militar para abastecer al frente y al inmenso ejército.
En 1944, se inició el viaje de vuelta a Moscú. No mucho menos duro que el de ida, en este viaje había un deseo no muy lejano en los niños y el pueblo soviético; el fin de la guerra.
A su llegada a Moscú, los niños fueron repartidos en los albergues especialmente adaptados para su estancia, que en muchos casos se hizo muy larga. Muchos empezaron a trabajar al llegar, gran parte todavía para equipar al ejército Rojo, a punto de librar la última batalla, el último suspiro de la guerra; Berlín

Varias fuentes

martes, 10 de mayo de 2011

6- Los niños españoles en la Unión Soviética comienzan a trabajar

Instituto Técnico de Peritaje de Moscú. Foto UGT

Hay que tener en cuenta que, en estos años de la evacuación muchos niños españoles, al igual que otros jóvenes soviéticos, se vieron obligados a trabajar debido a las condiciones en que se encontraba el país. En algunos casos, estos trabajos se presentan sólo como actividades adicionales y extraescolares. A veces, incluso como trabajos casi domésticos, mientras se seguía de forma paralela la formación en la escuela. En otros, los discursos reflejan la dureza de las tareas realizadas y las dificultades para seguir el programa escolar, y presentan estas actividades como trabajo propiamente dicho en vez de considerarlas como actividades extraescolares. En estos casos, la remuneración se entiende más bien como recompensa o propina, no como el producto de una relación laboral contractual. O, finalmente, aquellos que tenían mayor edad en el momento de la guerra, relatan cómo se integraron plenamente en el mundo laboral, dejando por completo la escuela.

Pero independientemente de cómo fuera el paso de la vida estudiantil a la del trabajo, en cada relato particular, es que en la mayoría de los discursos, aparece como una ruptura radical la salida de las Casas de niños. Este cambio es ilustrado como un corte en las trayectorias, ya que supone la inserción en la vida de adultos y con ello la integración en la sociedad soviética. Es el momento en que se sale a la vida, se comienza a vivir solos, «cuando terminamos la escuela y ya íbamos a ingresar en la escuela superior, entonces nos tenían que dar ropa, y nos tenían que dar cosas para vivir, porque salíamos a la vida con diecisiete años, a vivir ya independientes», dice uno de los testigos entrevistados. Y, el texto que citamos, prosigue: "En este momento de cambio se construye en los discursos, con gran frecuencia recurriendo a imágenes de desorden, descontrol y sobre todo desatención, como consecuencia de la invasión alemana y se refuerza discursivamente, describiendo la precariedad material que denunciaba haber padecido y que, en muchos casos, le sirve al agente para justificar el haber robado o vendido cartillas de racionamiento, haberse dedicado a la práctica del estraperlo; anécdotas que se utilizan estratégicamente para presentar una imagen desastrosa de aquellos momentos. La construcción de esta imagen se refuerza al contrastarla con la vida durante la estancia en las Casas de niños que, como hemos visto, se contempla fundamentalmente como un periodo en el que contaron con gran protección y donde el bienestar material estaba mínimamente garantizado. De esta manera, la salida de las Casas supone el momento de enfrentarse a las dificultades económicas y de tener que resolver por sí mismos la manutención, la vivienda, que, hasta ese momento, tenían aseguradas."(1). A esta objetiva descripción de las consecuencias, que para los niños españoles evacuados a la URSS tuvo la agresión alemana, es necesario añadir que las penurias y sufrimientos que ello originó, afectaron a toda su población. Hay que tener en cuenta los casi 30 millones de muertos que tuvo esa población, los miles de pueblos y ciudades destruidos, la destrucción casi total de la infraestructura de las regiones ocupadas por los nazis, y la devastación que en ella realizaron, mientras que el Ejército y el pueblo soviético salvaba in extremis Leningrado, Moscú y Stalingrado. (2)

Gran parte de los jóvenes españoles se incorporaron al Ejército Rojo como muestra de agradecimiento a la URSS por su acogida, otros permanecían en retaguardia y algunos de ellos fallecieron.

1- Los niños españoles en la URSS (1937-1977
2- El exilio de los niños españoles en la Unión Soviética

miércoles, 30 de marzo de 2011

5- Evacuaciones de los niños durante la II Guerra Mundial (La Gran Guerra Patria)

Casa de niños de Leningrado nº 9

A partir del 22 de Junio de 1941, el país soviético sufrió los horrores de una guerra todavía más destructiva que lo había sido la guerra civil española. Ello afectó gravemente a los niños españoles evacuados ya que fueron afectados por ella en el mismo grado que el resto de la población soviética. La mayor parte, fueron evacuados hacia la región de los montes Urales y a las repúblicas soviéticas del Asia Central. La finalidad de tales evacuaciones, fue alejarles de los territorios más duramente afectados por la guerra. No obstante, buena parte de los niños mayores, incluso falsificando su edad real, se alistaron en las Fuerzas Armadas Soviéticas para defender a la nación que tan bien les había acogido. Se estima en unos 300 los antiguos niños que perecieron defendiendo la URSS. Algunos de ellos, fueron hechos prisioneros por los alemanes, en las proximidades de Leningrado y entregados a las autoridades franquistas para su repatriación a España. Entre ellos, figuraba Nestor Rapp, que luego compartió conmigo reclusión en el Penal de Burgos por nuestras actividades antifranquistas.(*1)

El ataque del ejército alemán a la Unión Soviética en tres frentes de manera simultánea, por el norte, cercando la ciudad de Leningrado, por el centro rompiendo la defensa hasta Moscú y por el sur al ocupar Ucrania. En estos tres frentes estaban situadas las Casa de Niños que se vieron obligadas a una rápida evacuación. Los niños que se encontraban en las dos Casas de Leningrado sufrieron los primeros meses del bloqueo, durante el duro invierno de 1941-1942.(*2)

Inmediatamente después de las evacuaciones de los niños, fueron enviados a través del río Volga a Stalingrado, donde pasaron aproximadamente un año, hasta que se inició, en la misma ciudad, la más cruel y salvaje batalla de toda la Segunda Guerra Mundial. El resto de los niños fueron a Leningrado.

El viaje no alejó a los niños de la tragedia de la guerra ya que incluso durante todo el trayecto fueron bombardeados por la aviación alemana. Poco a poco, el insoportable frío y la progresiva falta de alimentos hicieron mella en ellos.

Meses después, todos los niños españoles, fueron reagrupados y llevados de nuevo a Moscú para ser enviados a Samarcanda, en Uzbekistán, un viaje que se eternizó 38 días.

Ese año, el frío fue especialmente duro, de nuevo, junto con los bombardeos alemanes, y la falta de alimentos hizo aún más duro el viaje, incluso algunos niños pequeños perecieron al no poder soportar tan terrible situación. Saliendo de Moscú, pasando por los Urales y por el transiberiano, finalmente, llegaron a Samarcanda. (segunda ciudad de Uzbekistán, República Socialista Soviética de Uzbekistán).

Sin faltarles su alojamiento y su educación, empezaron a trabajar en algo nuevo para ellos: los duros campos agrícolas soviéticos, los koljoses.

Según el testimonio de uno de los niños de la guerra, Francisco Vega: “Era la guerra, había que trabajar”. Más adelante, ya con el ataque alemán más debilitado y en progresiva retirada ante el ejército soviético, los niños más jóvenes fueron siendo enviados a las inmensas fábricas de armamento militar para abastecer al frente y al inmenso ejército.

En 1944, se inició el viaje de vuelta a Moscú. No mucho menos duro que el de ida, en este viaje había un deseo no muy lejano en los niños y el pueblo soviético; el fin de la guerra.

A su llegada a Moscú, los niños fueron repartidos en los albergues especialmente adaptados para su estancia, que en muchos casos se hizo muy larga. Muchos empezaron a trabajar al llegar, gran parte todavía para equipar al ejército Rojo, a punto de librar la última batalla, Berlín.(*3)

*1- Extracto del libro de María José Devillard y otros, Los niños españoles en la URSS (1937-1977), 2001

*2-Los niños de la Guerra - UGT

*3- Otras fuentes

Fresador en la planta No. 654 Nikolai Martianov
que cumplía su norma de trabajo al 200%. 25 julio 1942

miércoles, 2 de marzo de 2011

4- La “Gran Guerra Patria" y el asedio de Moscú, 22 de junio de 1941



La primera etapa de la estancia de los niños españoles evacuados a la URSS, se caracterizó por la buena acogida y el comienzo de sus estudios, pero apenas duró cuatro años.

El mismo día de la inesperada invasión de tierra soviética por Hitler, en Moscú, se jugaba un partido de fútbol muy especial; la Unión Soviética se enfrentaba al Euzkadi. Allí, en ese estadio, se encontraban los niños exiliados, que animaban con gran entusiasmo a su equipo. En medio de aquel emotivo encuentro, llegó la noticia. Los altavoces enmudecieron, el partido se paralizó. Viacheslav Molotov, comisario popular de la URSS, anunció que la Alemania fascista, ese 22 de junio de 1941, a las 5 de la mañana, atacó a la Unión Soviética. Fue el inicio de la tragedia para los niños, incluso supuso la muerte para muchos, muriendo por los bombardeos nazis, y en el propio frente, puesto que multitud de ellos, mintieron en su edad, tan solo para alistarse al ejército soviético y luchar contra quien quería destruir al país que les había acogido.

Los aviones alemanes iniciando la “Operación Barbarroja”. Desde el comienzo de la invasión nazi, y utilizando el famoso ataque relámpago de la Wehrmacht y la Luftwaffe, la URSS fue perdiendo más y más territorio de forma dramática, con miles de centenares de capturados y ejecutados soviéticos por los alemanes. El asedio a Moscú empezó ese mismo año, donde se inició una de las más cruentas batallas, aquí fue donde la guerra afectó directamente y con gran dramatismo a los niños exiliados. La defensa de Moscú era vital. Todo el pueblo soviético se unió para defender la capital. Muchos de los jóvenes exiliados españoles, no duraron y se presentaron al comité militar como voluntarios y ayudar así a defender la ciudad, muchos murieron en combate o ejecutados por los alemanes.

La mayor parte, fueron evacuados hacia la región de los montes Urales y a las repúblicas soviéticas del Asia Central.

Varias fuentes
Soldados del Ejercito Rojo Salvarnos!
 (Boin krasnaya armiya spasi!)

3- La acogida de los niños españoles en la URSS



José María Laso Prieto
Revista Crítica del Presente, nº 14, abril 2003

Prácticamente todos los estudiosos del exilio de los niños españoles en la URSS, coinciden en resaltar que su acogida por las autoridades y pueblos soviéticos fue extraordinariamente solidaria. Tal acogida era natural debido a la gran simpatía que entre el pueblo soviético se había desarrollado hacia la causa del pueblo español, que luchaba con gran heroísmo no sólo contra la reacción interior sino también contra el nazi-fascismo internacional. A ello había contribuido la famosa frase de Stalin: «La causa del pueblo español es la causa de toda la Humanidad avanzada y progresiva». Por otra parte, en la prensa y radio soviética eran muy frecuentes las alusiones a «la lucha heroica del pueblo español». Por ello, no puede sorprender que en Leningrado, Moscú y diversas ciudades de Ucrania, se desarrollasen amplias manifestaciones de acogida, en las que se homenajeaba a los niños españoles con pancartas, flores, abrazos y canciones. Seguidamente, los niños españoles evacuados fueron instalados en las denominadas Casas de niños, dotadas de una gran confortabilidad, en que se atendieron plenamente sus necesidades de alimentación, reposo y estudio.

De todo ello se proporcionó amplia información en la prensa republicana española. De la abundante información publicada, seleccionamos dos pequeñas muestras. Así la que se publicó en el diario Ahora, del 13-8-1937, tenía por titular "Los niños españoles evacuados a la URSS", premiados por su aplicación y decía: "Moscú 14: Los niños españoles han aumentado de peso, algunos hasta ocho kilos, durante su estancia en Crimea. Algunos han sido premiados por su aplicación con aparatos de fotografía, instrumentos de música, &c."

En otra información, titulada "Los niños evacuados a Rusia han sido acogidos con extraordinario entusiasmo" se decía: "Valencia, 4: Regresó a esta capital el responsable de la expedición de niños a Rusia organizada por el Ministerio de Trabajo y Beneficencia. Ha dado cuenta de la cariñosa y fraternal acogida que el pueblo hermano dispensó a los pequeños expedicionarios. Han quedado instalados en Crimea, donde estarán dos o tres meses en plan de reposo para alejar totalmente de su espíritu la sensación de inquietud ante la barbarie fascista. Pasado este tiempo, serán llevados a Moscú, al internado del Soviet local, el cual prepara a los pequeños un magnífico edificio dotado de toda clase de comodidades. En todas partes, los niños encontrarán el cariño fraternal que es norma en el ambiente democrático de la URSS («El Socialista», 4-7-1937).

Por otra parte, durante mi exilio en Francia, recuerdo haber contemplado, con cierta envidia, diversas fotografías en las que aparecían distintas instalaciones de tales Casas de niños y de sus bellos jardines. Esas fotografías fueron remitidas, por su hermana, a una mujer residente en nuestro refugio. Una particularidad de la educación que recibieron los niños españoles evacuados a la URSS fue su carácter bilingüe. De una parte, se trataba de que los niños españoles aprendiesen la lengua y la literatura rusa, de otra que no olvidasen la lengua y la literatura española. Se perseguía así que los niños españoles no se desvinculasen de su país de origen. Con esa finalidad, se les facilitaba abundante información sobre el desarrollo de los acontecimientos en España, al mismo tiempo que se realizaban lecturas comentadas de literatura española y representaciones teatrales basadas en la literatura y el folklore español. En ese sentido recuerdo una transmisión que realizó la emisión en español de Radio Moscú de la representación del drama Fuenteovejuna de Lope de Vega. En esta emisión, destacó mucho una de las niñas mayores evacuadas que se llamaba Araceli Sánchez. En el texto que hemos utilizado como fuente más relevante, se precisa uno de los aspectos políticos de la evacuación de los niños españoles: "Muchos padres de niños de la guerra formaban parte del PCE y/o de otras organizaciones como la UGT, la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza, las Juventudes Socialistas Unificadas, Socorro Rojo Internacional, &c. En este contexto, se refuerza la idea de la Unión Soviética como Segunda Patria, con la que se da una identificación de clase, pero mantiene con los niños una relación expresada en términos afectivos materno-filial".

Resumiendo la acogida que comentamos, en el libro Los niños españoles en la URSS (1937-1977): narración y memoria se sostiene: "Según los testimonios actuales, la acogida por el pueblo ruso de los niños en Leningrado fue cordial y apoteósica, llena de alegrías y música. Se les recibió con bandas de música, banderas, pancartas y vítores, no como víctimas de una guerra sin más, sino en cuanto a que hijos de la República Española o niños del heroico pueblo español. Este recibimiento, magnificado probablemente por la propia mentalidad infantil, hizo que algunos niños se sintieran realmente héroes y que cuando hablan de ello así lo recuerdan. Hay que tener en cuenta, para contextualizar esta autopercepción, la coyuntura bélica de que los niños se sienten partícipes. A este respecto, las cartas escritas por ellos desde la URSS son muy expresivas, se muestran interesados por los avatares de la guerra, aconsejan, opinan, se implican en los acontecimientos".

lunes, 28 de febrero de 2011

2- Fin de la Guerra Civil Española, la esperanza del retorno rota

 Niños españoles en la URSS en 1938

El fin de la Guerra Civil, el 1 de Abril de 1939, supuso para los niños una gran alegría, estaban convencidos de que aunque su estancia en la URSS correspondía a algo similar a unas vacaciones y les habían tratado bien, deseaban volver a España.

Su retorno a la patria no se pudo efectuar, pues Stalin sólo permitiría el regreso de niños españoles republicanos a una España republicana, y en España había triunfado Franco y se había instaurado una dictadura fascista.

Las posteriores relaciones con España por parte de la Unión Soviética se distanciaban cada vez más. Los niños no tuvieron mas que resignarse y quedarse en la URSS, unos algún tiempo más, y otros toda su vida.

Varias fuentes

sábado, 29 de enero de 2011

1- Los niños de Rusia. Las expediciones

Llegada de niños a Moscú

Tras la elección de multitud de padres de llevar a sus hijos a la Unión Soviética como mejor opción, tras ofrecerse a alojar a los hijos de los republicanos, se llevaron a cabo cuatro grandes expediciones.

La primera fue organizada por el Ministerio de Sanidad dirigido por Federica Montseny.

La evacuación la formaron 70 (*72) niños que procedían de Madrid, Málaga, Almería, Xàtiva, Gandia y algunos pueblos de Valencia. Esta salió desde el puerto de Valencia el 21 de Marzo de 1937 en el buque “Cabo de Palos” llegando al puerto de Yalta (Crimea).

La segunda expedición se realizó en el País Vasco, de allí salieron 1538 (*1495)  niños y 75 acompañantes (maestros, médicos y auxiliares) desde el puerto de Santurce en Bilbao en el  “El Habana” el día 13 de Junio de 1937.

En la tercera expedición y desde Asturias en el “Deringuerina” atracado en el puerto del Musel, 800 niños (*1100) con acompañantes partieron el 23 (*24) de Setiembre de 1937.

El último viaje a Rusia fue desde Barcelona a finales de octubre de 1938, partió a Brest y de allí a Leningrado en el “Maria Ulianova”, esta evacuación estaba formada por 76  (*300) niños.

A la URSS se marcharon aprox. 2900 niños españoles procedentes de País Vasco, Asturias y Santander la gran mayoría.

La llegada triunfal con el puño en alto de niños españoles republicanos a la URSS se caracterizó por su recibimiento mostrando mucha alegría y entusiasmo.

Las cuatro expediciones llegaron al puerto de Leningrado donde fueron recibidos con muestras de cariño  por parte del pueblo ruso.

A su llegada, los niños, fueron destinados a las casas de niños, que disponían de todo tipo de comodidades imposibles en la España de entonces. Un total de 16 Casas, 11 en diferentes lugares de la Federación Rusa y 5 en Ucrania.

Las casas estaban dotadas de espacios donde podían estudiar, comer, jugar, formarse en el ámbito profesional, hacer gimnasia.

*Otras fuentes

Varias fuentes

El Cabo Quilates gemelo del Cabo Palos