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sábado, 22 de diciembre de 2012

Rubén Ruiz Ibárruri: el español que murió defendiendo Stalingrado


Monumento dedicado a Rubén y a otros defensores de Stalingrado

Cultura Bolchevique 9 de diciembre de 2012
La historia de Rubén Ruiz Ibárruri es la historia de una generación entera de lucha contra el fascismo. El triunfo de la Revolución bolchevique hacía peligrar los privilegios de la burguesía en toda Europa. Ante el deseo de justicia social de los pueblos, surge la reacción fascista primero en Italia y después en Alemania. El movimiento fascista se expandía por toda Europa. Después de combatir al fascismo con las armas en España, sus convicciones democráticas y comunistas le llevan a dar su vida en la defensa de Stalingrado.

Rubén Ruiz Ibárruri nace en la localidad vizcaína de Muskiz el 9 de enero de 1920. Su padre, Julián Díaz, había sido uno de los fundadores de la Juventud Socialista y posteriormente el Partido Comunista en Vizcaya. Su madre, Dolores Ibárruri, sería Secretaria General del PCE y dirigente del movimiento comunista internacional.

Con 13 años, ya vive las primeras escaramuzas con la Guardia Civil por realizar tareas de propaganda comunista. Tras la Revolución de Asturias en 1934, 40.000 personas son encarceladas, entre ellas Dolores Ibárruri. Esto obliga a Rubén a exiliarse en la URSS con tan sólo 15 años de edad. Le acoge un matrimonio de la vieja guardia comunista: P.Lepeshinski y su mujer Olga Lepeshinskaya, ambos militantes del POSDR desde 1898. Allí trabajaría como aprendiz en una fábrica de automóviles ZIL de Moscú.

Cuando se entera del inicio de la guerra en España siente rabia y un deseo de unirse inmediatamente a las filas de los combatientes republicanos. Se presenta con un nombre falso en la embajada española en Moscú para ofrecerse a luchar en España contra el fascismo. En España combatiría en un grupo de exploradores a las órdenes de Juan Modesto, lejos de la retaguardia, en primera línea de combate.

Después de participar en la Batalla del Ebro contra fascistas españoles, italianos y alemanes; la unidad de Rubén cruzan los Pirineos en febrero de 1939. En Francia sería recluido en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer junto a 100.000 compatriotas derrotados por el fascismo (célebres personalidades fueron recluidas allí: el artista Josep Renau, el aviador José María Bravo o el anarquista Abel Paz). Rubén logró escapar para dirigirse a la embajada soviética en París. Ya en Abril de 1939 se encontraba en Moscú con su madre y con su hermana Amaya, con la alegría de reunirse con sus seres queridos pero con la tristeza de haber dejado su país en manos de la garra fascista.

Tras ser rechazado en la Escuela de Aviación de Stalingrado por razones médicas, ingresa en la Academia Militar Central de Moscú. De allí sale graduado como Teniente, al mando de un pelotón de ametralladoras de la 1ª División Proletaria de Moscú.

En verano de 1941 le llamaría nuevamente el deber: el fascismo amenazaba la patria que le había acogido. El primer combate lo libra en las inmediaciones de la ciudad bielorrusa de Borisov, donde su pelotón tenía la misión de defender un puente para que la 1ª División pudiera retirarse. El pelotón de ametralladoras mandado por Rubén repele los duros ataques alemanes durante más de 6 horas. Cuando los alemanes inician el golpe final con los tanques, Rubén y un grupo de artilleros se arman de valor y detienen el avance a golpe de granada. Gracias a esta acción, impiden que los alemanes rompieran la línea soviética, aunque Rubén es gravemente herido.

El Presidente de la URSS, Mijail Kalinin, condecoraba personalmente a Rubén Ruiz Ibárruri con la Orden de la Bandera Roja. Rubén, aún convaleciente y sin ninguna obligación militar, pide a Kalinin ser enviado al frente. Ese deseo no fue cumplido, puesto que los médicos lo prohibieron por razones obvias. A su madre, Dolores, le decía "Estoy muy orgulloso por luchar junto al Ejército Rojo contra los opresores. Estoy seguro que ellos se romperán los dientes aquí."

Con una mínima recuperación vuelve al frente a dirigir una compañía de ametralladoras en la 35ª División, gracias a la mediación del general Rodímtsev. Rodímtsev y Rubén se conocían de haber luchado en España y tenían una admiración mutua. Ahora luchaban ambos en Stalingrado.

El 23 de agosto de 1942, el ejército alemán atacaba la estación ferroviaria de Kolutban. El capitán del regimiento, Stolyarov, es abatido y Rubén se hace con el mando de todo el regimiento. Hasta 6 ataques repelen los hombres mandados por el español antes de iniciar el contraataque. El contraataque se realizó cuerpo a cuerpo, Rubén cayó herido por un disparo en el pecho justo en el momento en el que los tanques soviéticos llegaban a la zona de combate. Los nazis no habían conseguido su objetivo, pero Rubén se debatía entre la vida y la muerte
Fue trasladado a un hospital de campaña a la otra orilla del Volga, en donde lucharía contra la muerte hasta el 2 de septiembre de 1942. Mientras se debatía entre la vida y la muerte, animaba a vencer a los soldados que lo visitaban. Rubén se fue, sabiendo que el territorio soviético sería la tumba del fascismo. Su valentía, su arrojo y decisión sirvió de ejemplo a los soldados soviéticos.

Rubén se marchaba con sólo 22 años de vida. En esos 22 años, su vida fue ejemplo de dignidad y de valentía. Una vida intensa de alguien que con 10 años ya repartía propaganda comunista. No sólo tuvo el honor de tener como madre a la Pasionaria, una de las personas más relevantes del siglo XX, sino que tuvo el honor de luchar contra el maldito fascismo en España y en la URSS, porque Rubén lo consideraba un honor.

http://old.actualidad.rt.com/actualidad/rusia/victoria/historia/issue_8248.html
http://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?Hero_id=281
Dolores Ibarruri, Memorias De Pasionaria, 1939-1977: Me Faltaba España

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